 Redacción @todocircuitoweb |
Puede que a Pol Espargaró se le haya escapado hoy su primera victoria con Honda, pero el de Granollers puede estar tranquilo sabiendo que ha hecho la mejor carrera desde que ingresó en el box del equipo oficial Repsol a comienzos del curso pasado. El #44 se ha encargado de liderar hoy casi todas las vueltas del Gran Premio de Qatar gracias a una salida perfecta que le ha situado primero nada más apagarse el semáforo de la pista qatarí.
El catalán se ha mantenido en la primera plaza hasta superar el ecuador de la prueba, momento en el que sus neumáticos se han venido abajo, perdiendo rápidamente toda la ventaja que tenía en ese momento sobre un Enea Bastianini que, a la postre, se ha convertido en el ganador de esta carrera inaugural de esta temporada.
Aunque a Pol le han faltado 1,3 segundos este domingo para alzarse con la que habría sido su primera victoria vestido con los colores del Repsol Honda Team, el piloto español reconocía estar muy contento por haber arrancado este curso sumando su segundo podio al manillar de la RC213V, un resultado que demuestra el excelente estado de forma de Pol y de una moto que, ahora sí, le da la confianza necesaria para soñar con todo.
"La carrera ha sido al revés de lo que esperábamos", reveló Espargaró nada más bajarse del podio. "La estrategia que teníamos al empezar la carrera era totalmente opuesta, de estar tranquilo, pensábamos que sería un grupo muy grande, que el ritmo sería difícil de hacer después de las carreras de Moto2 y Moto3, que el consumo de neumáticos y de combustible sería muy elevado y que tendría que estar tranquilo", manifestó el de Granollers al micrófono de DAZN.
El menor de los Espargaró no se esperaba este arranque de carrera, y aunque su plan inicial pasaba por mantenerse conservador, al final optó por salir al ataque consciente de que su neumático blando trasero podía desgastarse antes: "He salido, me he puesto primero, he visto que adelantaba a Marc y que podía ser más rápido que él, he empezado a tirar, me he sorprendido con el ritmo, he visto que podía seguir haciéndolo mejor y que le iba sacando tiempo al de atrás, y he llegado a un momento Zen de concentración que no quería desaprovechar".
Pol sabía que este momento de gracia con su Honda no duraría hasta el final de la carrera, y así sucedió a seis vueltas para el final: "Luego han empezado a saltar alarmas de combustible, el neumático delantero ha empezado a destruirse... justo cuando Enea me ha adelantado me ha absorbido su rebufo y no he podido parar la moto. Evidentemente quería ganar, pero el resumen de hoy era enseñar que tengo talento, que esta moto funciona y que esto es lo que podemos hacer hasta final de año".
El piloto del Repsol Honda ha insistido en que este podio es la confirmación de que no sólo él está siendo más competitivo este año: "Aquí estamos nosotros, no sólo yo, la moto también. Hace mucho tiempo que Honda no tiene dos pilotos competitivos luchando por podios, eso es algo muy grande para una fábrica. El año pasado sufrí muchísimo, lo pasé muy mal, no quería ser siempre el segundo. Este año tenemos las herramientas para hacerlo. Además es un día especial, mi hija cumple dos añitos y quería ganar la carrera para dedicársela cuando la viera en unos años. Pero un podio tampoco está mal".
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Según palabras del piloto español, su mayor problema se ha centrado en su neumático delantero blando, especialmente en las curvas de derechas de la pista qatarí, donde la RC213V empezó a moverse de forma extraña en el tramo final de la carrera: "Iba muy al límite de neumáticos, sobre todo en las curvas de derechas. En las de izquierdas me mantenía bien, pero en las de derechas Brad (Binder) iba con el neumático medio delantero y paraba y giraba la moto mucho más que yo, que sufría para mantenerme encima de la moto. Al final tenía a Aleix detrás y he aguantado todo lo que he podido para aguantar el podio, que para empezar la temporada con nuestro objetivo claro es importante", manifestaba el #44.
