
El Director del departamento de Desarrollo de Bridgestone Motorsport, Shinji Aoki, ha explicado esta tarde en Sachsenring los resultados de los análisis realizados a los neumáticos traseros usados por varios pilotos en la última carrera de Assen de MotoGP. Tal y como pudimos ver en varias imágenes, las gomas de algunos pilotos, entre ellos Valentino Rossi y Ben Spies, terminaron destrozadas, con algunas zonas totalmente desintegradas.
Según Aoki las gomas que Bridgestone llevó a Assen no tenían ningún defecto, y esta degradación tan extrema se debió a un cúmulo de circunstancias como el aumento de la temperatura, la mayor potencia de las 1000 cc frente a las 800 cc o el peralte del propio trazado holandés. A continuación reproducimos las palabras de Shinji Aoki respecto a todo este asunto:
"Hubo tres pilotos que tuvieron problemas con el canto derecho de su neumático trasero en Assen durante la carrera, es decir, que se fragmentó algún trozo del perfil de rodadura del neumático debido al calentamiento excesivo de la rueda trasera. Afortunadamente, ninguno de los pilotos que experimentaron este problema se cayó y la presión interna de sus neumáticos se mantuvo normal”.
"En Assen hubo algunos factores que contribuyeron a este aumento potencial de la temperatura de los neumáticos traseros. En comparación con el año pasado, la temperatura ambiente fue sustancialmente mayor, la capacidad de los motores de las máquinas de MotoGP ha pasado de 800cc a 1000cc, lo que ha comportado un aumento del par motor y del peso de la moto, mientras que el trazado del circuito también ha cambiado, lo que dio lugar a una marcada mejoría en los tiempos por vuelta”.
"Todos estos factores, además del acusado peraltado del trazado de Assen, contribuyó a un aumento de las temperaturas en los neumáticos traseros y, combinadas con unas configuraciones determinadas de la moto y los estilos de conducción, se tradujo en una excesiva acumulación de calor que derivó en el deterioro del perfil del compuesto trasero en las motos de algunos pilotos. Aunque éramos conscientes de que el GP holandés tendría este año unas circunstancias distintas, debido a los cambios mencionados en las motos de MotoGP y a las condiciones meteorológicas, no podíamos prever que estos cambios, cuando se combinaran con otras variables, tales como determinados estilos de pilotaje y la puesta a punto de la moto, se traduciría en un comportamiento irregular de los neumáticos traseros".
"Se realizó un análisis detallado de los neumáticos de MotoGP afectados después de la carrera de Assen, así como de otros neumáticos traseros del mismo lote que los neumáticos afectados y comparamos nuestros resultados con el análisis de otro lote de producción. Todos estos neumáticos se sometieron a pruebas extensas, incluyendo una simulación en un banco de pruebas especializado que utiliza un tambor que gira a alta velocidad para probar la durabilidad y el comportamiento operativo de cada neumático. Este análisis mostró definitivamente que no hubo defecto de fábrica con los neumáticos suministrados en Assen".
"En Sachsenring es habitual que las temperaturas de los neumáticos sean más elevadas que en otros circuitos, así que para este evento tradicionalmente suministramos unos neumáticos de construcción especial que se desarrollan específicamente para gestionar niveles de calor extremo. Así que aunque se esperan que los neumáticos funcionen de este fin de semana con temperaturas relativamente altas durante el Gran Premio, los compuestos suministrados son más que capaces de hacer frente a este aumento".
“Utilizaremos las lecciones que hemos aprendido del pasado Gran Premio de Holanda para considerar cuidadosamente los requisitos de seguridad y las valoraciones de los neumáticos para cada circuito y después se decidirá si en alguno de los eventos del calendario también debemos suministrar adicionalmente los neumáticos de construcción especial".
Fuente de la noticia: http://www.motogp.com