 Redacción @todocircuitoweb |
Es un hecho que Raúl Fernández es el nombre del momento. Hace pocos días hablaba el propietario del equipo Tech3-KTM, Hervé Poncharal, y se deshacía en halagos hacia el piloto español, eclipsando al rookie y haciendo su apuesta por él de cara a la próxima temporada. Le quieren retener de todas las maneras posibles antes de que se lo quiten: "En cuanto empiece la temporada, todas las fábricas irán a por Raúl", dijo. Y no es el único... Porque Pit Beirer, actual director de KTM Motorsport, también tiene algo que decir al respecto.
Recordemos que al término de la pasada temporada unos comentarios un tanto incendiarios por parte de Raúl causaron el desacuerdo entre Fernández y Beirer, cosa del pasado, y que no existen "resentimientos" por los comentarios "en caliente", según apostilla en unas declaraciones a Crash.net.
En un principio, el piloto español no se mostró demasiado "entusiasmado" con la idea de subir a la categoría reina con el Tech3 KTM después de una bonita lucha por el título de Moto2. Incluso Yamaha y Aprilia se interesaron por Fernández, aunque finalmente, como ya tenía contrato con KTM y figuraba en él, subiría a MotoGP. Sin embargo, esas conversaciones con Yamaha podrían retomarse una vez Fernández acabe su contrato con KTM.
Y como vienen repitiendo desde hace bastante tiempo, la filosofía de KTM es la de tener a sus pilotos siempre contentos... Aunque no siempre surte efecto como el caso de Raúl: "Es algo que no podemos escribir, cómo se siente la gente, cuánto tiempo debe permanecer con nosotros. Simplemente, estamos trabajando muy duro. Ponemos el corazón sobre la mesa por nuestros pilotos y hacemos todo lo posible para que estén contentos".
Los directivos son conscientes de la terrible presión a la que están sometidos: "Con Raúl se habló mucho, y es un chico muy joven, creció muy rápido en la pista, y no ha tenido la oportunidad como otros jóvenes de tener un desarrollo normal, cada vez que se quitan el casco hay una cámara, hay un micrófono, a veces les ponemos medición del ritmo cardíaco y en televisión se ve que algunos están tranquilos, pero otros tienen 180 pulsaciones por minuto permanentemente".
Y claro, tan joven, y con un micrófono delante, a veces juegan malas pasadas: "Raúl es un buen tipo, pero es muy emocional, muy caliente, y nuestro trabajo es convencerle de que el mejor lugar para quedarse es donde está ahora mismo, con nosotros."
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Aún con las cosas claras, las diferencias en los dos boxes son latentes: "Cuando tienes dos pilotos fantásticos que van a por el mismo objetivo, hay algunas fricciones. Esto es algo que hemos tenido que aprender ya como grupo en muchas disciplinas. Si tienes campeones y quieren ganar, llegan lejos. Y al final, sólo intentan poner al equipo de su lado. Intentamos ayudarles, son como nuestros hijos. En Austria tuvimos a todos sentados en una mesa, los cuatro pilotos y los directores de equipo, así que creo que no habrá ningún punto de discusión".
