 Redacción | Fotos: Motogp.com@todocircuitoweb |
Stefan Bradl ha vivido uno de los Shakedown de Malasia más extraños desde que trabaja para HRC como probador oficial. Las cosas no empezaron nada bien para el alemán ni para el equipo de pruebas de la marca del ala dorada cuando se enteraron de que todo el material que habían enviado desde Jerez -donde habían completado un test privado recientemente- hasta Kuala Lumpur se había quedado atascado en Dubái por un problema logístico, un contratiempo que impidió al piloto de Augsburg salir a pista durante la primera jornada de Shakedown.
A su equipo no le quedó más remedio que aprovechar ese primer día de test en Sepang para trabajar durante varias horas dentro del box montando una moto nueva desde cero utilizando todo el material que HRC había enviado desde Japón y que estaba destinado a los test del día 5 y 6 de febrero, ya con sus pilotos oficiales en pista.
Finalmente, el trabajo de los técnicos de Honda permitió a Stefan Bradl tomar parte en este último Shakedown a partir de la primera tanda matinal del martes; eso sí, el alemán no tuvo más remedio que rodar ese día con el mono, las botas y los guantes de Pol Espargaró al tener toda su equipación guardada en el mismo contenedor que se había quedado retenido en Dubái.
El miércoles, tras la llegada del esperado contenedor a Malasia, Bradl ya pudo rodar con normalidad y utilizar su equipación habitual, despidiéndose de este Shakedown de Sepang con casi 100 vueltas en el bolsillo, 533 kilómetros recorridos con la RC213V 2022 y una mejor vuelta personal de 2:00.449 que le situó séptimo en la clasificación de tiempos, a 1,5 segundos del crono de referencia registrado por Maverick Viñales sobre su Aprilia.
Charlando con la prensa al término del test del miércoles, Bradl declaró que "Honda ha demostrado que puede reaccionar rápidamente ante una emergencia de este tipo. Cuando las cosas se ponen difíciles, HRC puede idear soluciones improvisadas y armar una moto de carreras desde cero. El martes ya tenía una moto nueva totalmente funcional y competitiva, el equipo ya conocía todos mis datos sobre la posición del asiento y todo eso", recoge Speedweek.com.
A pesar de que HRC tuvo que hacer cambios en el programa de pruebas que había planificado para Stefan Bradl en Malasia, el piloto de 32 años asegura que la información recogida a lo largo del martes y el miércoles le será de ayuda a los cuatro pilotos oficiales de Honda a partir del próximo sábado: "Pese a la improvisación, pudimos trabajar bien en nuestro programa de pruebas. Al fin y al cabo la moto era la misma, sólo que totalmente nueva. Llevé este prototipo recién montado los dos días, y con los datos que he podido ir recopilando, los pilotos oficiales tendrán una base para empezar el sábado. No han sido dos días sin importancia, porque al final hice 52 vueltas el martes y 45 más el miércoles".
Eso sí, Bradl no ocultó lo incomodó que le resultó pilotar con el mono de Pol Espargaró, cuya talla no encajaba del todo con las dimensiones del alemán: "Sólo llevé un casco de repuesto en mi equipaje de mano. Habría sido genial haber tenido mi mono, pero era el de Pol Espargaró. Tuve que embutirme en él porque era demasiado pequeño para mí", explica Stefan entre risas.
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Las buenas noticias para Bradl llegaron el último día, a mitad de jornada, cuando HRC recuperó el esperado contenedor que se había quedado atascado en Dubái con la moto de Bradl, su mono, guantes y botas: "No fue hasta el miércoles, después de comer, cuando pude ponerme mi equipación, el mono rojo con los colores de HRC. A partir de ahí todo fue diferente. La caja con la moto llegó al paddock el miércoles por la tarde, no hay aviones de carga que vuelen a diario desde Abu Dhabi hasta Kuala Lumpir, así que no había posibilidad de traer el material antes. Si Pol no hubiera tenido contrato con Dainese, yo habría quedado como un estúpido", bromea el alemán, que afortunadamente comparte la misma marca de equipación que el piloto catalán.
