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Casey Stoner ha tenido que lidiar con muchos problemas físicos y personales a lo largo de su trayectoria deportiva. El más conocido por el público es, sin duda alguna, su síndrome de fatiga crónica, un trastorno que empezó a manifestarse en el cuerpo del bicampeón de MotoGP en el año 2009 y que hoy, 13 años después, todavía golpea ocasionalmente al expiloto de Southport, especialmente cuando tiene que someter su físico a un esfuerzo fuera de la normal.
No obstante, la trayectoria deportiva de Stoner también ha estado marcada por otro trastorno del cual no supo nada hasta hace sólo unos años, cuando ya estaba retirado del paddock. El expiloto de Ducati y Honda ha confesado en el podcast GYPSY TALES haber sufrido ansiedad durante muchos años, un problema que se manifestaba especialmente en los fines de semana en los que Casey empezaba dominando en pista desde los primeros entrenamientos libres y el #27 se convertía en el favorito para ganar la carrera del domingo, un presión que muchas veces le hacía retorcerse en el suelo de su motorhome tras un ataque de ansiedad.
"Me costaba entender por qué a mí me resultaba más difícil que a otra gente a la que no le importaba la fama y todo lo que viene con las carreras, la presión y ese tipo de cosas", ha explicado Stoner. "Hace poco que me diagnosticaron ansiedad, y es algo serio, antes yo pensaba que era otra forma que tenía la gente de estresarse, pero yo no entendía cosas, por ejemplo por qué se me bloqueaba la espalda, y era por culpa de mi ansiedad. Tengo dos discos que me tienen que reemplazar, y cuando se van a bloquear lo puedo sentir, no es nada agradable".
Casey reconoce que la ansiedad le sobrepasó muchas veces cuando competía en MotoGP, y que de haber sabido que sufría este trastorno posiblemente habría afrontado las adversidades de un modo muy distinto: "De haberlo sabido durante mi carrera, me habría resultado más fácil, podría haber manejado ciertas situaciones de otro modo. Tenía mala reputación porque a veces me mostraba muy cerrado con la gente o la prensa, porque yo nunca me encontraba cómodo haciendo eso. Nunca me encontré a gusto con las multitudes y todo eso".
El peor momento para Stoner era, sin duda, el domingo por la mañana, en las horas previas a la carrera. En ese momento se manifestaba su ansiedad en toda su plenitud, y el #27 tenía que hacer esfuerzos sobrehumanos para superar las crisis y subirse a la moto: "El día de la carrera, durante muchos años y esto es literal, sobre todo en mis dos últimos años en MotoGP, cuanto mejor me iba el fin de semana, más me quería morir. Me quedaba literalmente acurrucado en el suelo del motorhome o donde fuera, echo una mierda, con el estómago al revés, y simplemente no quería correr".
Casey no esconde que ser el número uno dentro del equipo es algo que le acabó pasando factura: "Sentía la presión del equipo, de todos los que me estaban ayudando, al final tienes alrededor tuya a un equipo de 70 personas, a veces incluso más de 100, y cuando tú eres el piloto número uno y todos esperan que ganes cada fin de semana, eso me destruía. No fue hasta después de mi retirada cuando entendí por qué me sucedía eso, por eso mi mantra en estos últimos años es 'haz sólo lo que puedas hacer, y no hagas más de eso'".
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Stoner siempre ha sido tildado como un piloto muy perfeccionista, de los que necesitaban asegurarse de que todo lo que flotaba a su alrededor debía estar en su sitio, ya fuera en su vida personal, dentro de su box, en los reglajes de su moto... De hecho, el propio Casey reconoce abiertamente que ese deseo por no dejar nada al libre albedrío también contribuía a esa ansiedad que después acababa explotando el día de la carrera: "Todos los pilotos que se ponen en una parrilla quieren lo mismo que tú, pero hay una gran diferencia en cómo llegan ellos a conseguirlo, entre la gente que hace que suceda y los que quieren que suceda. Esto era muy distinto para mí. Me resultaba muy duro ir a las carreras, tenía que asegurarme que todo estaba en su sitio, había semanas muy perezosas en las que no podía ni levantar el trasero del sofá", concluye el dos veces campeón de MotoGP.