 Redacción @todocircuitoweb |
Ahora que Valentino Rossi está retirado como piloto profesional de MotoGP, el italiano tiene todo el tiempo del mundo para recordar los buenos momentos que ha disfrutado a lo largo de las 26 temporadas en las que ha estado participando en el Mundial de Motociclismo, dos décadas y media que se resumen con nueve títulos del mundo, 115 victorias en las tres categorías y la escalofriante cifra de 235 podios, números que sin duda alguna posicionan al #46 como una de las grandes leyenda del paddock.
No obstante, pese a la exitosa y fructífera trayectoria profesional que ha vivido Rossi, su vida personal también se ha visto salpicada por algunos momentos amargos que en ningún caso pueden ensombrecer todo lo que Valentino ha logrado a nivel deportivo durante todos estos años. Una de esas épocas complicadas fue, sin duda alguna, el periodo entre 2007 y 2008, cuando la Hacienda italiana investigó a fondo las cuentas de Valentino y descubrió que el #46 había defraudado más de 60 millones de dólares en impuestos evadidos desde el año 2000, cuando Rossi se estableció legalmente en Londres por cuestiones tributarias.
La prensa de todo el mundo -especialmente italiana- inundó sus portadas con todo tipo de noticias relacionadas con Valentino. Se habló de la posibilidad de entrar en prisión, de no poder volver nunca más a Italia, de que sólo podría pisar de nuevo Tavullia si pagaba 164 millones de dólares... en definitiva, muchos titulares inventados que finalmente Valentino acalló pagando una multa de 35 millones de euros para contentar a la agencia tributaria de su país y poder abandonar Londres para regresar junto a los suyos.
Con motivo de una reciente entrevista que Valentino Rossi ha ofrecido en Tavullia al periodista Graham Bensinger, el expiloto de MotoGP ha recordado lo mal que lo pasó en aquella época, especialmente cuando cogía un periódico o abría una página web y encontraba todo tipo de informaciones falsas sobre su situación fiscal: "La prensa me presionó mucho. Me encontré en una situación mala, había cometido algunos errores", reconoce el #46.
'Vale' había confiado toda su organización fiscal y tributaria a su antiguo representante. Este último fue el responsable de elegir Londres para reducir el pago de impuestos en Italia, creando una red de empresas y de negocios que Rossi tuvo que desmantelar años después para poder establecerse nuevamente en Tavullia: "Era consciente de que esto podía suceder, por eso uno o dos años antes intenté solucionarlo todo y presioné mucho para intentar arreglarlo porque quería regresar a Italia. Yo vivía en Londres, que es un sitio fantástico, pero yo no me encontraba bien allí, no era mi hogar".
Fue en ese momento, durante 2006 y 2007, cuando Valentino se dio cuenta de que volver a Italia le iba a suponer un problema con la Hacienda de su país: "Intenté volver (a Italia), pero estaba atrapado dentro del sistema, estaba jodido. Mi antiguo representante y la gente que trabajaba antes para mí tejieron una telaraña y yo estaba ahí dentro sin poder moverme. Al final pagué y pude volver, y a partir de ahí comenzó una nueva vida para mí".
Valentino Rossi se mudó a Londres cuando subió a 500, en el año 2000
Cuando estalló todo este escándalo se escribieron todo tipo de titulares, la mayoría falsos según afirma el piloto italiano:
"Un día llegué a mi casa y tenía a muchos periodistas allí plantados con las cámaras y todo, y yo no sabía nada todavía. Pasé y les miré diciendo '¿Qué ocurre?', estaba claro que era algo malo. En este momento me llegó la noticia, los números eran una locura. Pero lo que más me hizo sufrir fue la prensa, me destruyó con algo que además no era cierto, no eran 163 millones de dólares, yo nunca he tenido esa cantidad de dinero (risas). Después de aquello, pasito a paso, lo fuimos solucionando".
Para Rossi, más allá de dar carpetazo a este problema con Hacienda, lo que realmente le alivió fue dejar de trabajar con la gente que hasta ese momento había gestionado su patrimonio: "Me sentí mucho mejor, también porque en ese momento corté por lo sano con toda mi antigua organización que al final me había causado todos estos problemas".
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Por último, una conclusión a todo esta pesadilla: "Lo que aprendes es que cuando estás trabajando una cosa es la amistad y el trabajo es otra. Tienes que explicarle a la gente que se ha acabado, que no es bueno, que deben hacerlo de otro modo, y entonces te vuelves más fuerte, porque no es fácil hacerlo. Cuando atraviesas un periodo tan difícil, si sobrevives te haces más fuerte. Después de esto aprendí a seguir mi instinto, y la mayoría de veces el camino correcto".
