 Redacción @todocircuitoweb |
Fabio Quartararo está aprovechando estos días de vacaciones navideñas para pasar tiempo junto a su familia y disfrutar de una de sus grandes pasiones fuera de las motos, el esquí, un deporte que practica de forma habitual en Andorra y que permite al piloto natural de Niza desconectar de la siempre ajetreada vida de un piloto que compite en la élite del motociclismo.
Para 'El Diablo', el 2021 no sólo ha sido el año en el que ha conquistado su primer entorchado de MotoGP; este último curso, el dorsal #20 se ha convertido en el nuevo referente de Yamaha en el Mundial de Motociclismo tras la inesperada salida de Maverick Viñales rumbo a Aprilia el pasado mes de agosto, un movimiento que consolidó la posición del francés dentro de la estructura que dirige Lin Jarvis en el mundial.
Fabio Quartararo desembarcó en el seno del Monster Energy Yamaha a finales de 2020, y lo hizo ocupando el sitio que dejaba libre Valentino Rossi, sin duda una pesada herencia que el francés ha sabido llevar de forma sólida dándole a los de Iwata un nuevo título de pilotos seis años después del último mundial ganado por Jorge Lorenzo.
Hablando para La Gazzetta dello Sport al término de la temporada, Quartararo ha reconocido que "tenía miedo" por cómo iban a reaccionar los fans italianos este año tras quedarse con el asiento de su gran ídolo Valentino Rossi, encontrándose con una cálida respuesta por parte de la marea amarilla que inunda las gradas de todos los circuitos: "Estoy muy contento en ese sentido, porque cuando firmé con Yamaha, tenía miedo de esto. No de ocupar el sitio de Valentino, porque nunca puedes reemplazar a alguien así, pero cuando nuestros equipos nos intercambiaron tenía un poco de miedo por el modo en el que iban a reaccionar los fans italianos. Estoy muy contento de comprobar que todos me han animado".
El 2021 ya es cosa del pasado. Quartararo sabe que Ducati y el resto de fábricas vienen apretando fuerte, por eso confía en que Yamaha cumpla con su palabra y le entreguen una moto más rápido el próximo curso: "Los ingenieros de Yamaha tendrán que trabajar los siete días de la semana, las 24 horas del día (risas). Tenemos mucho trabajo por hacer, ya les he puesto algo de presión. Es importante que trabajemos bien, porque ya lo pudimos ver en Valencia, una pista que antes era muy positiva para nosotros y al final el podio fue íntegramente rojo, hay algo que solucionar".
Cuestionado sobre Ducati y sus progresos, Fabio reconoce que en Borgo Panigale "han dado un gran paso" a nivel técnico, sin olvidar que "también tienen grandes pilotos, y tenerlos a todos juntos luchando es positivo para ellos. Entre tantos pilotos que están luchando delante y el modo en el que ha crecido la moto...", deja caer Fabio, consciente de que el próximo año estará rodeado por prototipos italianos en cada carrera.
Sobre su futuro y sus planes más allá de 2022, Quartararo insiste en que "no le gusta hablar de eso" porque todavía es "muy pronto" para pensar en renovar con Yamaha: "Todavía estamos en 2021 y ya estamos hablando de 2023 y 2024. Quiero tomarme mi tiempo. No por esperar, quiero ir paso a paso, es pronto para hablar de lo que va a pasar", añade Fabio, que dice tener "opciones" sobre la mesa tras recibir varias ofertas de otras fábricas que no quiere nombrar: "Es mejor estar en esta situación que al revés, pero como dije antes, no quiero apresurarme, me tomaré mi tiempo y vamos a esperar a que acabe este año".
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Por último, Quartararo habla de lo que ha hecho con el segundo BMW consecutivo que ha ganado este año por ser el piloto más rápido en clasificación, un M5 CS valorado en 207.300 euros que se quedará dentro de la familia: "El año pasado se lo regalé a mi padre, este se lo he dado a mi madre", comenta Fabio, que además ha recibido un Lamborghini Urus como premio por el excelente año que ha completado: "Me han regalado un coche italiano, un 4x4. Es fácil de adivinar...", dice 'El Diablo' entre risas.
