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 Por John Fernández @fernanduzo |
Raúl Fernández ya está comprometido con el Tech 3 KTM Factory Racing en MotoGP, no sin antes haber dejado la categoría intermedia con cierto mal sabor de boca. Se fue del equipo propiedad de Aki Ajo concediendo una entrevista en la que aseguraba no encontrarse del todo cómodo, y con un año lleno de piedras en el camino, en referencia a su equipo y lucha con su compañero de box, Remy Gardner.
Lejos de mansar las aguas, Fernández pasó por los micrófonos de Telemadrid para conceder una entrevista en la que quiso aclarar ciertas declaraciones, pero dejando clara su posición: "El equipo no es que no había dado todo, no, no. El equipo mecánico, gente cercana, lo han dado todo para hacerlo. Lo que he necesitado es que antes de tener un error, tener una persona al frente que me dijera: 'Oye, cuidado con esto que te puede pasar, ten cuidado con este momento, en esta curva en esta pista'".
El problema es que cometido el error, dentro del box Fernández afirma que las broncas eran habituales por esa falta de un referente. En esta ocasión se refiere a que les "daban" en un sentido figurado, relacionándolo con una bronca: "Cuando pasaba, venía y nos daban a todos, y bueno, incluso después del warm-up nos daban duro y era una situación un poco difícil de gestionar. Cada uno da la opinión que cree. Igual que yo creo que entrar en una curva a esa velocidad va a ir bien hay gente que no. Al final cada uno entiende lo que entiende, mi vida no va a cambiar por nada de esto".
A pesar de esta polémica, el pasado queda enterrado en cierta manera y la única preocupación del piloto madrileño es dar el callo a lomos de la MotoGP, y estas han sido sus sensaciones: "La primera impresión fue increíble porque tenía potencia y no conseguía ir a tope, en la recta no era capaz de dar gas a fondo de lo que corría. Pero las sensaciones con las motos fueron buenas, tener a Dani ahí es una ayuda importante, una persona con su experiencia es importante. También los dos días de test me sirvieron para ver en qué aspectos trabajar fuera de la moto, porque siempre es importante el físico".
Ahora sí, en el equipo Tech 3 de KTM parece sentirse más cómodo: "Está claro que a día de hoy KTM es una marca que está arropando mucho a sus pilotos, apoyándonos. Son muy cercanos, estoy contento por eso, porque al final se ve que ellos también quieren ganar y estar involucrados. Eso es lo que más afecta al piloto, cuando ves que tu entorno, la marca se involucra, te da más confianza".
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Y acostumbrado a una Moto2, qué mejor que un piloto que ha experimentado el cambio lo cuente con sus propias palabras: "Hay mucha diferencia, unos 50 km/h. Si con la Moto2 llegabas a 300 km/h, con la MotoGP llegas a 350 km/h. Lo que más impresiona es cómo acelera la moto. Cualquiera que haya subido en un avión, es la misma sensación de que pones el gas. Te empuja para atrás y te echa al asiento de atrás. El mejor entreno para una MotoGP es subir a una MotoGP. Cuando llega la carrera ya no será la impresión de empujar hacia atrás".
