 Por John Fernández @fernanduzo |
Álex Márquez no ha pasado su mejor año subido sobre una MotoGP. Los resultados no han acompañado, y unas cuantas caídas han lastrado la evolución mundialista del pequeño de los Márquez. A pesar de ello, se muestra ilusionado tras el test de Jerez, donde probaron el prototipo de la Honda 2022, que en principio, dice, es mucho más "potente". Estos días ha aparecido públicamente en el Allianz Junior Motor Camp, entrenando a 20 chavales que él y su hermano eligieron para formar parte de la experiencia. Aunque Marc no está porque sigue recuperándose de su lesión, Álex atendió a los medios de la mejor forma que pudo.
De hecho, si por algo destaca Álex es por su sinceridad "sin filtros", y admite no haber hecho una "temporada buena", una temporada en la que se "esperaba mucho más", con "problemas desde el principio de la moto" y evoluciones que "llegaban más tarde". Sin embargo, saca su lado más positivo y expresa que, en esos momentos, "es cuando coges experiencia".
Dentro de la dificultad de esta pasada temporada, confiesa haber "tocado fondo" en varias ocasiones, pero que también ha aprendido "como piloto". El cambio de equipo para el pequeño de los Márquez no ha sido fácil, y llegaba a una "Honda con un problema general". Poco a poco "hubo una evolución del chasis", y siempre con la mentalidad de querer ser más "competitivo".
“2022 no me gusta ser muy positivo viendo el futuro, pero sí es ilusionante", confiesa. Después de los test combinados de Jerez, donde probaron un "prototipo de moto muy nueva, con un concepto diferente y de entrada con mucho más potencial", manifiesta al respecto. Ahora es momento de que los ingenieros trabajen en invierno, porque para HRC, ganar siendo la prioridad: "Es una prioridad clara y un objetivo, son los primeros que quieren ganar otra vez", comenta.
Sobre su hermano, dice que Marc "está tranquilo", aunque "va a ratos, porque es muy molesto, pero positivo". En su vida normal "hace comidas con los amigos, intentando desconectar del mundo", aunque no perdió pista de los test de Jerez y estuvo siempre pendiente y "conectado": "Quería saber cómo iba la moto y tal".
Por el momento, la única novedad que queda es esperar hasta el próximo año para ver cómo evoluciona: "Hay que esperar y en Navidades verán como evoluciona o hacia dónde va el tema, como dijo Alberto Puig. Quiere volver y hay que estar con él. No soy médico, pero esta lesión ya la tuvo en 2011, no es un hueso que lo sabes el plazo perfectamente, es un nervio, es la vista, es más complicado y hay que tener paciencia", asegura.
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A pesar de todo ello, Álex ha podido desconectar algo más estos días con el grupo de 20 niños, enseñándoles, haciendo motocross y disfrutando de un divertido curso en compañía de sus fans más pequeños.
