 Redacción @todocircuitoweb |
Fabio Quartararo puede presumir de haber completado una temporada prácticamente impecable que le ha dado al francés su primer título de MotoGP con sólo 22 años. A la espera de saber qué ocurrirá en los dos últimos grandes premios que se celebrarán en Portimao y Valencia, el piloto de Yamaha ya ha logrado subir al podio en 10 de las 16 carreras que se han celebrado este año, coronando la parte más alta del cajón de honor hasta en cinco ocasiones.
La constancia del piloto de Niza desde que arrancó el curso en Qatar le ha llevado a acabar y puntuar en todas y cada una de las 16 carreras que hemos visto a lo largo del año 2021, una regularidad que se ha traducido en una corona de pilotos que los de Iwata no conquistaban desde el año 2015 junto a Jorge Lorenzo, el penúltimo del balear en el equipo de fábrica japonés.
Pese a la nube en la que Fabio y Yamaha se encuentran inmersos en estos momentos, ambos saben que la defensa de la corona de MotoGP no será fácil en 2022 a menos que la YZR-M1 mejore sustancialmente sus prestaciones. Y es que la clasificación general del campeonato no deja lugar a dudas: la siguiente Yamaha, la de Franco Morbidelli, está en la 17ª posición con sólo 42 puntos; y si nos fijamos en el que fue su compañero de equipo hasta el mes de agosto, Maverick Viñales, el de Roses es ahora mismo noveno tras haber sumado 95 puntos con Yamaha y 11 con Aprilia.
El ya proclamado campeón del mundo de MotoGP es consciente de la urgencia que tienen Yamaha y sus pilotos de mejorar el motor de la M1 con vistas a 2022, por eso Quartararo señala esta área como la gran prioridad que se han marcado los ingenieros de Iwata para este invierno: "Yamaha y yo estamos empujando mucho, la moto en general va muy bien y estoy contento, pero hay dos o tres cosas que mejorar, la primera es la potencia", explica el francés en una entrevista ofrecida a GPone.com.
Fabio insiste en que "los ingenieros saben que deben centrarse en el motor, si podemos mejorar la velocidad, para nosotros serán más fáciles las carreras", y señala lo mucho que han sufrido este año en circuitos como el de Austin o Motorland Aragón: "En pistas como la de Austin y otras con rectas muy largas, lo notamos sobre todo a una vuelta rápida, y también en carrera porque es muy difícil adelantar".
Más potencia y velocidad, es lo que piden Fabio y sus tres compañeros de marca si Yamaha no quiere perder la estela del resto de fábricas: "En la situación en la que estamos, Yamaha sabe que no tiene que hacer una moto para mí. No hace falta que hagan una moto fácil, pero sí rápida, si además luego es una moto fácil, mejor".
Por fortuna, Quartararo revela que Cal Crutchlow y todo el equipo de pruebas de Yamaha llevan tiempo trabajando en el área del motor para dar ese paso adelante que tanto necesitan: "Cal está ahí para ayudarnos a desarrollar la moto, he hablado mucho con él y sabe dónde están nuestros problemas. No tenemos demasiada potencia, recuerdo en Qatar, cuando Martín me pasó en la recta realmente me asusté, parecía un avión. No es posible que exista tantísima diferencia, 5 ó 6 km/h vale, pero no así".
El francés confía plenamente en Yamaha y en su capacidad para mantener intacto el ADN de la YZR-M1 a la vez que añaden una dosis de caballería a su propulsor de cuatro cilindros en línea: "Si Ducati no se ha perdido, nosotros tampoco tenemos por qué hacerlo. Tenemos que mejorar nuestra velocidad y aceleración, aunque perdamos un poco a una vuelta rápida. En el fondo lo importante es la carrera".
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Por último, cuestionado sobre la posibilidad de que Valentino Rossi siga colaborando con Yamaha en el futuro en calidad de probador ocasional -el #46 ha dejado claro que no será test rider oficial porque los test "le aburren"-, 'El Diablo' estaría encantado con la posibilidad de ver al de Tavullia echándoles una mano en el futuro: "Si' Vale' quiere hacer uno, dos o 54 test, no creo que eso vaya a ser un problema para Yamaha", remata.
