 Redacción @todocircuitoweb |
Aprilia tiene motivos para afrontar este próximo Gran Premio de Aragón con optimismo e ilusión. Por un lado, Aleix Espargaró correrá en la que posiblemente sea su pista favorita de todo el calendario, un trazado en el que conquistó su primer podio en MotoGP en el año 2014 y al que ahora, siete años después, llega después de haber firmado la tercera plaza en el último Gran Premio de Gran Bretaña, regalándole a Aprilia su primer podio en la era de las MotoGP de cuatro tiempos.
Los números del piloto de Granollers en la pista de Alcañiz no mienten. Aleix ha estado de forma regular en el top siete de la clase reina en la mayoría de carreras que ha finalizado en Aragón (fue 6º en 2015, 2017 y 2018), y aunque 2020 fue un mal año para el #41 aquí (sumó un abandono y un 13º puesto en las dos carreras celebradas en Aragón), el piloto de 32 años lo tiene todo a favor para ser de nuevo el protagonista en Motorland este próximo domingo.
"Aragón es una pista que me gusta mucho, siempre me siento bien sin importar las condiciones", cuenta Aleix antes de poner rumbo al Gran Premio de Aragón. "Este año llegamos con un espíritu particular, eso está claro, después de un resultado importante y con muchas expectativas. Pero nuestro objetivo no cambia, tenemos que mantener la concentración y seguir trabajando carrera tras carrera. Sabemos que podemos luchar por las mejores posiciones, el podio de Silverstone simplemente lo confirmó".
Si el excelente estado de forma de Espargaró ya es un motivo de alegría en Aprilia, el debut de Maverick Viñales al manillar de la RS-GP será otro de los grandes alicientes del fin de semana en Aragón. El ex de Yamaha competirá por primera vez sobre el prototipo de Noale tres semanas después de su divorcio con Yamaha, un periodo en el que Maverick ha tenido tiempo para probar la RS-GP durante dos jornadas de test en Misano que fueron determinantes para animarle a correr en España este próximo fin de semana.
La de Alcañiz no es una pista que se adapte particularmente bien al estilo de Viñales. Su única victoria aquí la conquistó en 2014, en Moto2, y desde que debutó en MotoGP en 2015 el de Roses nunca ha subido al podio de Motorland, una sequía que difícilmente finalizará este domingo teniendo en cuenta los pocos kilómetros que el dorsal #12 ha acumulado hasta el momento sobre la RS-GP.
"No puedo esperar para volver a la pista", ha dicho Maverick, que está disfrutando de unos días de descanso en su casa de Roses acompañado por su familia. "La oportunidad de hacerlo de inmediato es ciertamente importante, especialmente pensando en la preparación para la temporada 2022", apunta el catalán, dispuesto a afrontar las próximas seis carreras como si fuera una pretemporada más larga de lo habitual.
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Viñales sabe que será difícil hacer un buen papel en Motorland siendo su primera carrera con Aprilia, aunque cree que compartir pista con el resto de motos y con su nuevo compañero de equipo le permitirá acelerar su adaptación a la RS-GP: "Tal vez no esté 100% listo después de solo dos días de test, pero correr con los demás y poder compararme con Aleix, que está haciendo grandes cosas, me ayudará a mejorar las sensaciones con la RS-GP. Los chicos de Aprilia están motivados, siento mucha ilusión y ganas de crecer, para mí es un incentivo adicional el poder involucrarme de inmediato", concluye Maverick.
