Foto: Motogp.com
 Redacción @todocircuitoweb |
Tres ilustres apellidos del mundo del motociclismo han salido a relucir este fin de semana en Sachsenring, Paul Ricard y Hidden Valley. Un Gardner, un Doohan y un Bayliss han vuelto a ocupar titulares por sus éxitos en el motorsport, aunque en esta ocasión no se trata de Wayne, de Mick ni de Troy, sino de sus hijos.
En Alemania, Remy Gardner volvió a llenar de orgullo a su padre conquistando su tercera victoria consecutiva de la temporada. El piloto nacido en Sídney y afincado en Sitges (Barcelona) se marchó de la pista de Sachsenring con 25 valiosos puntos en el bolsillo que la han valido para alejarse un poco más de su máximo rival en el Mundial de Moto2, su compañero de equipo Raúl Fernández, víctima de su primera caída en carrera en lo que va de año.
El propio Wayne se alegraba de la victoria de su hijo y compartía el siguiente mensaje en sus redes sociales: "Otra increíble victoria de Remy en Alemania con siete segundos de ventaja. Remy lidera el mundial con 164 puntos y le saca 36 puntos a su compañero Fernández. De todos modos Remy necesita centrarse porque quedan 11 carreras más este 2021. El apellido Gardner ha vuelto, ahora Remy pasea la bandera GARDNER en cada carrera que gana".
A unos 1.300 kilómetros de Sachsenring, en el circuito francés de Paul Ricard, vimos a un Doohan coronar otro podio, en este caso a Jack Doohan, hijo del cinco veces campeón del mundo de 500 cc. A sus 18 años, el de Gold Coast conquistó su primera victoria en la categoría de Fórmula 3 tras acabar por delante de Dennis Hauger y Caio Collet, un triunfo del que fue testigo el propio Mick Doohan, presente en el Paul Ricard para vivir junto a su hijo este éxito.
"Estoy muy contento con mi primera victoria en F3 y muy agradecido con el Trident Team, los ingenieros y los mecánicos por darme un coche increíble. Las condiciones no fueron las más fáciles, ¡pero las gestionamos bien y salimos a la cabeza!", dijo Jack Doohan tras dominar una carrera condicionada por la lluvia.
Mucho más lejos, en Australia, un joven Oli Bayliss conseguía en Hidden Valley su primera victoria en Superbikes dentro del Campeonato Nacional Australiano, por supuesto al manillar de una Panigale V4. El hijo de la leyenda de Ducati dominó magistralmente una carrera partida en dos por culpa de una bandera roja, protagonizando una gran pelea con Wayne Maxwell (Ducati) hasta el banderazo a cuadros.
Leer también: Horarios Gran Premio TT Assen MotoGP 2021: el Mundial llega a territorio Yamaha
"Estoy feliz de que algo haya hecho click conmigo y con el equipo, y estoy seguro de que a medida que avance el año podremos seguir ganando", dijo el piloto de 17 años al término de la carrera. "Después de la bandera roja, el agarre de mis neumáticos no fue muy bueno y tenía la sensación de que Wayne estaba igual que yo. A medida que avanzaba la carrera, me quedé detrás de él, encontré un lugar donde pude pasarlo y traté de ganar la carrera desde allí. Con suerte, mamá nos preparará una buena cena y luego volveré a entrenar".
Troy Bayliss pudo asistir en directo a la primera victoria de su hijo en la clase Superbike del ASBK. El expiloto de 52 años se está recuperando satisfactoriamente del grave accidente en bicicleta que sufrió el pasado 14 de mayo y que le provocó una fractura de la vértebra C4 con afectación medular.
