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Pol Espargaró se marchó con una tímida sonrisa del Circuit de Barcelona-Catalunya tras el último test del lunes. El piloto de Granollers completó una titánica jornada de trabajo en la que tuvo la oportunidad de completar un total de 72 vueltas para probar a fondo las numerosas piezas que HRC había llevado a este test en un intento por revertir la grave situación en la que se encuentran inmersos todos sus pilotos.
El menor de los Espargaró finalizó este valioso test en la sexta posición, cediendo cuatro décimas respecto al crono de Maverick Viñales. Pese a los problemas que el #44 de Honda sufre con la RC213V para hacer una vuelta rápida, Pol registró un 1:39.877 que le dejó a tres décimas de su mejor vuelta del fin de semana de Catalunya, y confía en mantener este pequeño paso adelante que han dado en el test dentro de una semana en Alemania.
Por la tarde, Pol sufrió una caída sin consecuencias provocada por otro piloto que rodaba más lento. Afortunadamente, el incidente se saldó sin daños personales y el catalán pudo seguir rodando en pista hasta las 18:00 de la tarde, momento en el que se cerró el pitlane de Montmeló.
Tras finalizar el test, Espargaró destacó los numerosos cambios introducidos en la moto a lo largo del lunes para intentar encontrar esas sensaciones que tanto él como sus compañeros de fábrica tanto echan en falta: "Le hemos dado como 20 vueltas a la moto probando prácticamente todos los componentes para ver cuál es el que nos daba más problemas, y si encontramos alguno que Honda haya cambiado últimamente, sea el año pasado o este, para reconfirmar que funcionaban".
"Sin muchos tests de pretemporada, cada oportunidad que tengo de pilotar la Honda es importante", recuerda el de Granollers. "Hemos tenido un ajetreado día probando muchas cosas para seguir aprendiendo y entendiendo la moto. He sufrido una desafortunada caída hoy por culpa de otro piloto, pero a pesar de ellos todavía hemos podido completar muchas vueltas".
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El hecho de tener que probar tantas piezas en tan poco tiempo fue algo confuso para Pol, que destaca los avances logrados en el setup de la moto a lo largo de test y confía en poder aprovechar parte del feedback obtenido durante esta jornada de pruebas en la próxima cita del calendario, la pista de Sachsenring, a priori un buen escenario para la Honda.
"Ha sido un test bastante completo, complicado, porque probar muchas cosas en un día es bastante confuso, aun así hemos sacado buenas conclusiones, lo veremos en la próxima carrera de Sachsenring si hemos acertado o no, porque el cambio de asfalto y de neumáticos puede cambiar las sensaciones, pero aquí hemos mejorado", concluye el catalán del Repsol Honda Team.