Foto: Motogp.com
 Redacción @todocircuitoweb |
Antes de que Michelin se convirtiera en el suministrador único de neumáticos en MotoGP desde el año 2016, los pilotos de la categoría reina vivieron una etapa de siete temporadas en las que Bridgestone se hizo con el monopolio de gomas en MotoGP.
En 2009, respondiendo a las críticas de algunos pilotos que estaban corriendo con Michelin y no tenían acceso en ese momento a Bridgestone -ganador de los dos últimos mundiales con Casey Stoner y Valentino Rossi-, Dorna decidió introducir el sistema monogoma en la categoría reina, un concurso que finalmente ganó Bridgestone y que obligó a Michelin a abandonar el paddock mundialista después de 36 años ininterrumpidos suministrando neumáticos a sus pilotos.
2008 fue, por lo tanto, el último año en el que los dos grandes fabricantes de neumáticos convivieron en la categoría reina. Casey Stoner venía de ganar en 2007 su primer título de MotoGP con Ducati utilizando neumáticos Bridgestone, una temporada en la que Valentino Rossi 'sólo' pudo ganar cuatro carreras con Michelin y alcanzar un tercer puesto en la general del campeonato, por detrás del australiano y del subcampeón Dani Pedrosa.
El piloto de Tavullia sabía que el curso 2008 sería intenso: además de volver a enfrentarse a Stoner y a su potente Ducati, el italiano le iba a dar la bienvenida a su box a un debutante mallorquín que venía de ganarlo todo en 250: Jorge Lorenzo. La temporada se presentaba complicada, por eso el #46 no quiso correr riesgos y presionó a Bridgestone para que le admitiera como piloto de la marca, unas negociaciones que no fueron fáciles dado que el fabricante japonés había anunciado que ya había llegado a su cupo máximo de pilotos a los que podía suministrarle neumáticos. Sin embargo, el peso de 'Il Dottore' fue determinante para que la marca japonesa diera su brazo a torcer.
Jorge Lorenzo ha tenido la oportunidad de recordar cómo vivió él en sus carnes aquella situación. El #99 ha ofrecido una entrevista a Moto.it en la que regresa al año 2007, cuando Valentino estaba sufriendo ante un implacable Casey Stoner ayudado por su talento, la potencia de su Ducati y el formidable Bridgestone delantero: "Valentino vio que Casey Stoner no sólo tenía una ventaja con el motor, tenía otra que era especialmente el neumático delantero de Bridgestone, daba miedo, le permitía frenar 10 ó 20 metros después y podía entrar frenando hasta dentro de la curva. Esa fue uno de las grandes ventajas de Stoner aquel año, además de su gran talento claro, la potencia de la Ducati y el neumático Bridgestone", admite el expiloto español.
Lorenzo recuerda que Valentino no lo pasó bien en las primeras carreras de 2008 al no encontrar el setting adecuado en su Yamaha para hacer funcionar los Bridgestone: "Cuando Valentino cambió tuvo problemas con el neumático trasero, porque con el setting que tenía de los Michelin, que tenían mucho grip detrás, ya no le servía más. Tuvo que acortar mucho el basculante trasero para conseguir ese grip con el neumático trasero de Bridgestone y sacar provecho del excepcional neumático delantero. Cuando lo logró empezó a ganar, me recuperó puntos, yo empecé a caerme y ganó el mundial", recuerda Jorge Lorenzo, que aquel año corrió con Michelin antes de cambiar también a Bridgestone en 2009, ya bajo la normativa monogoma.
Leer también: Cadalora cree que Márquez "ha perdido su magia" y necesita cambiar
El pentacampeón del mundo es uno de los pocos pilotos que han tenido la oportunidad de correr para Yamaha, Ducati y Honda, por eso se puede permitir soñar con la MotoGP perfecta para él: "Elijo el chasis de Yamaha, pero para el motor hay que entender que existe la potencia, la aceleración, la inercia al frenar, respuesta suave, muchas variables, muchas cosas... Pero elijo la potencia y la electrónica de Ducati, son maestros en esto, y la manejabilidad del motor Yamaha. Honda sólo agilidad y recursos económicos, cuando tienes mucho dinero puedes hacer muchas cosas".
¿Y en el apartado de los neumáticos? "Delante Bridgestone y detrás Michelin, que tiene más agarre y es más blando. Pero la parte delantera de Bridgestone daba miedo, y Michelin necesita mejorar: hoy hay demasiado agarre detrás y poco apoyo y sensación en la parte delantera", concluye el balear.
