Foto: Rob Gray (Polarity Photo)
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Ser el equipo privado más joven de la parrilla de MotoGP no impidió al Petronas Yamaha SRT convertirse en la mejor estructura satélite del campeonato en 2019 y 2020. La excepcional temporada quee Fabio Quartararo protagonizó en su año de debut en MotoGP, permitió a la estructura malasia acabar en la cuarta posición del mundial de equipos, por delante de escuderías oficiales como el Team Suzuki ECSTAR o al Red Bull KTM Factory Team.
El 2020 fue todavía más exitoso para PETRONAS: además del subcampeonato de pilotos firmado por Franco Morbidelli, la estructura dirigida por Razlan Razali fue el segundo mejor equipo de toda la parrilla, sólo superados por el Team Suzuki ECSTAR y con el orgullo de haber acabado por delante del equipo oficial Monster Energy Yamaha Team por un margen de 70 puntos.
El origen de este monumental éxito se debe, fundamentalmente, a la arriesgada apuesta que Razlan Razali hizo durante la construcción del equipo en 2018. En aquel momento, mientras el Sepang Racing Team negociaba con Yamaha las condiciones de su contrato para saber de qué material iban a disponer en 2019, Johan Stigefelt cargó sobre sus hombros con la responsabilidad de negociar los contratos de los futuros pilotos de Petronas.
Las negociaciones con Franco Morbidelli fueron rápidas y fluidas; el italo-brasileño no estaba nada contento con el rendimiento de su Honda y no tardó en firmar su contrato consciente de que iba a disponer de una moto mucho más competitiva que la RC213V satélite que estaba llevando en ese momento.
El nombre de su compañero, sin embargo, tardó más tiempo en resolverse. Según ha explicado el propio Team Director del Petronas SRT al portal The-Race.com, Jorge Lorenzo nunca llegó a ser una opción real para ellos, entre otras cosas, por las condiciones económicas de su contrato: "En realidad nunca tuvimos una discusión con Jorge. Hubo una fantasía inicial, pero había demasiado dinero involucrado, así que nunca fue una realidad", cuenta Stigefelt.
Quien sí estuvo cerca de haber sido compañero de Franco Morbidelli en 2019 fue Dani Pedrosa. Petronas se reunió con el piloto de Castellar del Vallés y le explicó su proyecto, pero Pedrosa ya tenía en mente la idea de no seguir compitiendo en 2019 y dedicarse a otros menesteres: "Dani sí lo fue. Fue decisión suya retirarse, pero de no haberlo hecho, las cosas habrían sido diferentes. En ese momento Petronas quería a un piloto famoso, alguien de su calibre. Dani también estaba interesado en Yamaha, siempre la miraba y se preguntaba qué podía hacer con esa moto", explica el Team Director del equipo Petronas.
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La negativa de Pedrosa obligó al equipo malasio a buscar otro piloto, y fue entonces cuando decidieron rebuscar en la pecera de Moto2. Precisamente en ese momento, nada más arrancar el verano de 2018, Fabio Quartararo estaba despuntando en la categoría intermedia después de una larga sequía de podios: el francés ganó en Barcelona y a continuación firmó un segundo puesto en Assen.
El piloto galo venía de cerrar la temporada 2017 con una discreta 13ª posición sin ningún resultado destacado, y justo cuando Petronas estaba buscando una joven promesa para su nuevo equipo en MotoGP, 'El Diablo' empezó a brillar: "Fabio, siendo sincero, era un piloto de Moto2 mediocre. No era una superestrella. Puede darle las gracias a los resultados que consiguió en Assen y Barcelona", dice Stigefelt al respecto.
Aunque su paso por las categorías mundialistas de Moto3 y Moto2 fue muy discreto, Petronas sabía que Quartararo había sido bicampeón del FIM CEV Repsol, y sólo necesitaba las herramientas adecuadas para luchar contra los mejores: "Por supuesto soy consciente del talento que tiene, pero lo que hizo entonces fue muy bueno y en el momento adecuado. Fue una apuesta, todo el mundo nos decía que no debíamos hacerlo, pero ya teníamos a Morbidelli firmado y podíamos correr riesgos con un novato", concluye Johan Stigefelt.