Fuente: MotoGP
 Alex Delgado @ADelgadoM_ | Google+ |
Se marchó a finales de 2020 al quedarse sin moto, pero sigue muy presente en la mente de los miembros del paddock de MotoGP. Andrea Dovizioso se centrará esta temporada en el motocross, aunque ha asegurado en diversas ocasiones que está preparado para volver en cuanto sea necesario siempre y cuando le ofrezcan un proyecto atractivo, destacando que está preparado para batallar por una plaza en 2022.
El piloto de Forli ha pasado por diversas estructuras a lo largo de su trayectoria deportiva en la clase reina. En una entrevista concedida a DAZN, el italiano ha admitido que tiene un momento marcado a fuego en su memoria, y fue en su paso por el equipo Tech3 en el año 2012: “El único momento que me ha disgustado mucho y en el que me faltó la posibilidad, fue en Yamaha”.
El expiloto de Ducati ha querido recordar que fue uno de los pilotos más fuertes del Mundial en 2012 -logró seis podios y acabó cuarto a final de año-, y lo hizo con una moto satélite que no tenía evoluciones: “Por varias circunstancias, el único año que he pasado en Yamaha ha sido con una moto que no era la oficial, y a pesar de no haber tenido evoluciones durante la temporada, fui capaz de hacer una buena temporada y de ser la segunda Yamaha”.
Dovizioso no se esconde y asegura que fue una buena temporada al ser la segunda M1, y que ese resultado le habría abierto las puertas al equipo oficial, pero no pudo ser: “Jorge [Lorenzo] fue la primera Yamaha y yo fui la segunda. Por lo tanto, habría sido bastante natural entrar en el equipo oficial al año siguiente, pero las circunstancias ese año no lo permitieron”.
La vuelta de Valentino Rossi a Yamaha tras dos años para olvidar en Ducati hizo que Dovizioso se quedase sin posibilidades de estar junto a Lorenzo en Yamaha, yéndose finalmente a Ducati: “Después de pasar dos años en Ducati, Valentino decidió regresar a Yamaha, que volvió a acogerlo sin pensárselo dos veces. Ese ha sido el único momento que no me ha gustado porque no he tenido la posibilidad de trabajar”.
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Las posibilidades de ser campeón del mundo con la firma de los diapasones se desvanecían, pero de la mano de Ducati tendría la oportunidad de luchar en varias ocasiones por el título. El italiano lograba su primera victoria en 2016, confirmando ese mismo año que su Ducati Desmosedici era una moto para luchar por el título y así lo ratificó con tres subcampeonatos seguidos.
