 Redacción @todocircuitoweb |
Mientras Marc Márquez sigue adelante con su lenta y paciente rehabilitación del brazo empezando ya con ejercicios suaves en su gimnasio privado, muchos todavía discuten sobre quién es el responsable de la delicada situación médica en la que se encuentra el piloto de Cervera, ausente en las pistas del campeonato desde el mes de julio de 2020, cuando se fracturó el húmero derecho en una remontada que parecía imposible.
Seis meses después, y habiendo pasado por el quirófano hasta en tres ocasiones -la última el 3 de diciembre en el Hospital Ruber Internacional de Madrid-, ni Márquez ni HRC se han aventurado a dar una fecha aproximada de regreso a los circuitos, una incógnita que a su vez ha despertado un intenso ruido sobre quién debería coger la moto de Marc en las primeras carreras si el #93 no está listo para el arranque del curso 2021.
Lo que sí parece tener claro HRC es que la gestión médica del 'caso Márquez' no parece haberse llevado del modo correcto, especialmente durante los primeros meses de la lesión, por eso, según publica la revista francesa Moto Revue, los japoneses han iniciado una investigación interna para tratar de aclarar si existió algún tipo de negligencia en el transcurso de la primera operación (21 de julio) a la segunda (3 de agosto), cuando el catalán intentó pilotar su RC213V en el Gran Premio de Andalucía sólo una semana después de su caída.
Incluso Bernard Achou, el fuera osteópata de la Clínica Móvil junto a su fundador, Claudio Costa, califica en Moto Revue de "locura" el hecho de que Márquez tuviera el permiso médico para correr en Jerez a los cuatro días de abandonar el quirófano de la Dexeus, "especialmente en Jerez", destaca, "que es un circuito donde los pilotos nunca tienen un momento para respirar. Las frenadas son constantes".
Este especialista francés en huesos y músculos recuerda que "con la fractura y la cirugía, hay una pérdida inmediata de masa muscular. Tendría un pase con una clavícula, podemos bloquearla con todo el brazo, pero un húmero... Además, la placa que le fijaron podría haberse roto en cualquier momento, simplemente está ahí para poner los huesos en contacto, no para asegurar la estabilidad del miembro".
Bernard Achou no tiene ningún problema en señalar a los que, en su opinión, son los culpables de este revés que ha sufrido Marc en su carrera deportiva: "Quienes le dejaron volver a su motocicleta cuatro días después de la primera operación son todos culpables. Médicos, managers... Pero el primer culpable es, por supuesto, el cirujano que lo operó y le dio luz verde. En un miembro superior y un hueso como el húmero, la primera calcificación no comienza hasta las tres semanas. Y esto es solo el principio, la calcificación real ocurre a las seis semanas".
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De hecho, el osteópata francés saca otra tema a la luz, la posibilidad de que el nervio radial del brazo derecho de Marc se haya visto afectado después de tandas intervenciones, algo que podría condicionar la movilidad de su mano derecha por el resto de su vida: "La placa no está ahí para dar fuerza, sino para mantener el hueso en su lugar para que pueda sanar. (Xavier) Mir y (Ángel) Charte son responsables de este desastre. Porque el problema es que cuanto más operas, más alargas el tiempo de curación y el riesgo de complicaciones. El nervio radial se puede tocar, y Márquez podría terminar como Ueda, con la mano siempre cerrada".
Por último Achou recuerda que, incluso el día en el que Marc vuelva a subirse a la moto y consolide la fractura del húmero, el catalán podría vivir con ese miedo de caerse de nuevo y agravar todavía más el estado de brazo: "No debemos subestimar el aspecto psicológico. Incluso si pudiera volver a pilotar, Marc tendrá una espada de Damocles encima: volver a romperse el brazo sería dramático. Mentalmente, podría ser complicado", concluye el francés.
