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Fausto Gresini sigue luchando contra la neumonía que le mantiene ingresado en un hospital desde el pasado 27 de diciembre, día en el que el expiloto italiano tuvo que ser trasladado desde su domicilio hasta un centro hospitalario ubicado en Imola al empeorar su estado de salud tras dar positivo en COVID-19 poco antes de arrancar la Navidad.
Tres días después, el 30 de diciembre, los médicos decidieron llevar a Fausto Gresini al hospital Maggiore Carlo Alberto Pizzardi de Bolonia, donde ingresó en un área especializada en pacientes contagiados por coronavirus.
El bajo nivel de saturación de oxígeno en sangre derivado de su neumonía obligó al Doctor Nicola Cilloni a tomar la decisión de inducirle un coma farmacológico al propietario del Team Gresini, realizándole además a una intubación traqueal para conectarle a un respirador.
El 4 de enero, la estructura italiana confirmó que los médicos ya le habían retirado a Fausto la medicación que le mantenía en coma, y aunque su estado era grave, se mantenía estable y conectado a un respirador.
Hoy, 7 de enero, el Team Gresini ha vuelto a ofrecernos una nueva actualización sobre la condición médica del expiloto de 59 años. Según palabras del doctor Nicola Cilloni, "las condiciones clínicas de Fausto Gresini todavía se caracterizan por una insuficiencia respiratoria grave. Las pruebas realizadas revelaron que la neumonía intersticial aún está presente y requiere ventilación mecánica y sedación moderada. Esto permite mantener la cantidad de oxígeno en sangre suficiente".
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"El director del equipo Gresini Racing ya no está en coma farmacológico. Está consciente pero permanece sedado para tolerar la ventilación mecánica", indica el comunicado oficial remitido por la estructura italiana.