 Redacción @todocircuitoweb |
Jorge Lorenzo ya ha tenido la oportunidad de visitar el Circuito de Portimao antes de enfundarse mañana miércoles el mono que le acredita como probador oficial de Yamaha para afrontar dos jornadas de entrenamientos privados en el circuito luso con un único objetivo en mente: allanarle el camino a los pilotos oficiales de cara al Gran Premio de Portugal que se celebrará por primera vez en esta pista el próximo 22 de noviembre.
Lejos queda ya aquel primer test que Lorenzo protagonizó en el mes de febrero junto a la fábrica de Iwata en Sepang, una primera toma de contacto en la que Jorge pudo comprobar que el ADN de la Yamaha sigue estando presente cuatro años después de su adiós a la fábrica con la que lo ha ganado todo en MotoGP.
El piloto español tiene previsto rodar en Portimao el miércoles y el jueves, coincidiendo mañana en pista con otros test-riders como Dani Pedrosa (KTM), Stefan Bradl (HRC) o Michele Pirro (Ducati), además encontrarse con varios pilotos de la actual parrilla de MotoGP que mañana entrenarán en este mismo circuito con superbikes de producción.
Antes de retomar el trabajo con Yamaha, Lorenzo ha asegurado al Diario AS que su objetivo de cara al test no es otro que "reencontrarse con la moto, porque pasar nueve meses sin rodar en una MotoGP es muchísimo, casi un año. Nunca había tenido tantos meses de parón y no será fácil", admite el #99, que lleva varias semanas entrenando duro en el gimnasio para recuperar su mejor tono físico.
El balear tampoco olvida que Portimao "es un circuito nuevo y complicado por lo que dicen, con muchas subidas y bajadas, con puntos ciegos y tal", por eso gran parte del trabajo del miércoles se centrará en encontrar la trazada correcta en una pista que hasta ahora sólo había visitado el Mundial de Superbikes. "El objetivo es hacer un cambio bueno, un setting base bueno para que cuando lleguen los pilotos oficiales tengan la moto más o menos a punto", insiste Lorenzo.
Dejando a un lado sus labores en Portimao y pensando en el futuro a corto plazo, el tricampeón de MotoGP revela que le gustaría "seguir de probador" junto a Yamaha en 2021, un trabajo que considera "casi perfecto" y en el que sólo echa de menos "la sensación de ganar y de luchar por un Mundial, pero por el resto es perfecto, porque te quita casi toda la presión cuando uno pilota profesionalmente, entrenas pocos días y tienes mucho tiempo libre".
El piloto de 33 años aclara que su prioridad es "seguir con Yamaha", y confía en que su trabajo durante los dos próximos días en Portugal le sirva para reforzar su negociación con la fábrica japonesa de cara a 2021: "Espero que después de este test estén contentos con mi labor y quieran continuar. Ya veremos cuál es su plan. Hablaremos después de este test".
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Por último, a la pregunta de si sus conversaciones con Ducati para regresar a la disciplina de Borgo Panigale en 2021 han tenido algo que ver con su nula actividad en pista durante todos estos meses, Lorenzo lo niega con rotundidad y deja claro que el coronavirus ha sido el único factor que le ha dejado sin poder rodar desde el mes de febrero: "No, no, que va. No fue así. El COVID complicó todo. Teníamos unos 15 ó 16 días de test y al final, por el COVID, por el tema logístico de los viajes de los mecánicos de Japón a Europa, no sé exactamente por qué, pero no se pudo hacer porque no podían viajar con facilidades y se cancelaron todos nuestros entrenamientos", concluye el mallorquín.
