![]() @todocircuitoweb |
El Circuito de Portimao acoge a partir de mañana la primera jornada de entrenamientos privados para pilotos probadores de MotoGP bajo unas condiciones meteorológicas prácticamente inmejorables, con 27ºC de máxima y un cielo totalmente despejado que facilitarán el trabajo de las fábricas a la hora de preparar el Gran Premio de Portugal del mes de noviembre, una ronda que regresa al calendario después de muchos años de ausencia y que además lo hace estrenando la pista de Portimao, considerada como la 'montaña rusa' del sur de Europa.
Los pilotos que rodarán con sus respectivas MotoGP son Bradley Smith (Aprilia), Michele Pirro (Ducati), Dani Pedrosa (KTM), Stefan Bradl (Honda), Sylvain Guintoli (Suzuki) y Jorge Lorenzo (Yamaha). El piloto balear llegó a Lisboa el pasado domingo, y después de fotografiarse por las calles de la capital lisboeta con alguna prendas de ropa de su colección personal, ya está listo para vestirse con el mono de Yamaha Racing para trabajar sobre la YZR-M1, una motocicleta a la que Jorge no se sube desde el último test de Sepang, en el mes de febrero.
Este jueves la pista portuguesa estará cerrada únicamente a los prototipos de la clase reina y sus respectivos pilotos de prueba, y un día antes, el miércoles, la mayoría de los pilotos que forman la parrilla de MotoGP abordarán el Circuito de Portimao con motocicletas de serie, superbikes de producción con una preparación mínima siguiendo el reglamento de entrenamientos privados dictado por la FIM.
La mayoría de pilotos ya cuentan en su garaje personal con motos de superbikes de la marca para la que trabajan para llevar a cabo sus test privados. Es el caso, por ejemplo, de Aleix Espargaró con su Aprilia RSV4 Factory, el de Johann Zarco con su Ducati Panigale V4 S o el de Valentino Rossi y Maverick Viñales, ambos con una unidad de la Yamaha YZF-R1M en su garaje. De hecho, el de Tavullia cambió de decisión a última hora y finalmente se apuntó a este test a pesar de que, en un principio, su idea era reservar la pista en privado un par de semanas después junto a los chicos de su academia.
Sin embargo mientras que Honda, Yamaha, Ducati, Suzuki y Aprilia disponen de motos deportivas en su catálogo con las que entrenan sus pilotos mundialistas, KTM cojea en este sentido. La deportiva más potente de la marca austriaca es la RC 390, una moto monocilíndrica de 43 cv de potencia que, lógicamente, es a todas luces insuficiente para que los pilotos de MotoGP puedan entrenar y rodar en Portimao frente a superbikes de más de 200 cv.
Lo más parecido que podemos encontrar en el catálogo de Mattighofen sería la 1290 Super Duke R, una efectiva y potente naked de casi 180 cv que, sin embargo, tampoco cumple con las necesidades de un piloto de la categoría reina en términos de postura sobre la moto, semi-manillares y otros aspectos que la diferencian de una motocicleta deportiva pura.
La "KTM R1" de Miguel Oliveira
Por este motivo, según publica Motorsport.com, Pol Espargaró ha decidido emplear mañana una Honda CBR 1000 RR-R 2020 para efectuar su test en Portimao tras recibir el consentimiento por parte de KTM, una motocicleta fabricada por la marca que el próximo año abonará el sueldo del piloto de Granollers, ya vinculado al Repsol Honda a partir del próximo 1 de enero. A falta de ver al #44 en acción, entendemos que la motocicleta irá totalmente pintada de negro sin distintivos de Honda, o bien con los colores del Red Bull KTM Factory.
En el caso de Miguel Oliveira, el piloto portugués posiblemente utilizará la Yamaha YZF-R1 con la que entrena de forma habitual en sus test privados, una motocicleta que, en su caso, sí que está totalmente disfrazada con los colores de la marca para la que corre actualmente.
Leer también: (Vídeo) Así se fabrica a mano la Honda Africa Twin en Japón
Además de los pilotos de MotoGP con sus respectivas máquinas de producción, mañana también habrá test-riders mezclados en pista que seguirán trabajando con los prototipos de las fábricas.