 Alex Delgado @ADelgadoM_ | Google+ |
El Circuit Barcelona Catalunya ha recibido al Mundial de MotoGP con una pista fría, altas rachas de viento y muy poco agarre, haciendo que los pilotos tuvieran que tomar riesgos innecesarios para mantenerse sobre el asfalto. El italiano Valentino Rossi ha sufrido más de lo deseado en una primera jornada en la que no se ha encontrado del todo cómodo y que ha hecho que se tenga que conformar con el décimo tiempo de la combinada.
En unas declaraciones concedidas a GPOne, Valentino Rossi ha destacado que le ha preocupado excesivamente la complicada situación en la que se encontraba la pista catalana: “Cuando salí a pista parecía que me estaban gastando una broma. Fue casi un shock, había muy poco agarre”
El piloto italiano hace balance positivo de la primera jornada del Gran Premio de Catalunya y asegura que tiene un ritmo competitivo aunque sea complicado controlar la moto: “Hay mucho, mucho menos agarre que en Misano si lo comparamos, pero en Barcelona siempre es así y todavía me gusta esta pista. He sido décimo, pero tanto el ritmo como las sensaciones en la moto son buenas, aunque es difícil de controlar la moto, la parte trasera patina mucho y hay que pilotar de otra manera”.
En una temporada tan extraña como la presente, en Michelin apuestan por el mismo tipo de neumático que en su fecha habitual, algo que a Rossi no le ha sentado del todo bien y espera que el tiempo les acompañe el resto del fin de semana: “Según Michelin las condiciones son parecidas a las de junio, a mí no me parece que sea así, pero estamos a finales de septiembre. No creo que estemos a tiempo de cambiarlas, todos estamos en apuros. La elección está abierta tanto en el tren delantero como en el trasero, entre los compuestos blandos y medios. Espero que no llueva para que las condicione mejoren y para que el domingo haya más agarre”.
El viento ha hecho acto de presencia en la jornada inaugural, provocando imágenes insólitas y poniendo contra las cuerdas a los pilotos que batallaban por mantener la moto sobre la pista. El piloto de Yamaha ha afirmado que la previsión para los próximos días es más favorable y espera que se pueda ver el ritmo real de cada uno: “A la salida de la última curva fuimos golpeados por una racha de viento levemente lateral y en la recta casi me dio miedo, la moto se movía mucho. Mañana parece que va a bajar y es difícil decir ahora si los que estaba delante hoy también lo estarán el domingo, dependerá mucho del trabajo y las condiciones en las que esté el resto”.
Se acerca un cambio generacional a MotoGP desde hace unos años, algo que no preocupa al italiano y asegura que es un hecho positivo al confirmar que Moto2 es una categoría de formación que buenos resultados: “No creo que haya una explicación clara. Hay una nueva generación de pilotos que están listos para llegar a la clase reina. Creo que han aprendido mucho de Moto2, una categoría que ayuda a entender MotoGP. Está Binder, que es rápido y rookie, luego Bagnaia, Oliveira y Quartararo, que tienen un año más de experiencia. En Moto2 aprendieron bien, pero luego hay que reconocer sus cualidades, son competitivos y serán el futuro de MotoGP”.
El 2019 no fue un año fácil para el compañero de equipo de Maverick Viñales, que admite que de no haber mejorado sus sensaciones encima de la M1 este sería su último año al llegar al límite de su paciencia: “El año pasado fue muy frustrante. Desde la carrera de Mugello en adelante había perdido el rumbo, estaba luchando mucho. Mugello había sido una pesadilla, pero luego tuve otras carreras desastrosas como Assen, Sachsenring, Aragón y Valencia. A parte de los resultados, no pude conducir ni ser fuerte, así que decidí cambiar algo en el equipo. Si yo continuara teniendo los mismos sentimientos este año, hubiera sido mejor parar. En cambio, la situación ha mejorado, el nivel es alto y no es fácil, pero estamos trabajando bien y creo que puedo ser más fuerte. Eso es lo que hizo decidir continuar”.
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Por último, sobre su futuro compañero de equipo, Franco Morbidelli, el #46 afirma que “va muy fuerte. El año pasado fue el primero en Yamaha y le costó un tiempo, pero reaccionó bien, incluso contra Quartararo. Para él fue psicológicamente difícil porque se suponía que era Franco el hombre de referencia. Ha mejorado, está entrenando de miedo y va muy fuerte. Sin los problemas de Jerez y Austria, de los que no tiene culpa, estaría por delante de la clasificación de pilotos jóvenes que están más en forma: Quartararo, Viñales y Mir. El año que viene será duro tenerlo como compañero”, concluía Rossi.
