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El personal de KTM responsable de la logística y los traslados de su equipo de MotoGP tuvo que emplearse a fondo hace ahora dos semanas a la hora de conseguir todos los permisos necesarios para que 22 de sus mecánicos y dos de sus pilotos pudieran llevar a cabo el primer test privado de MotoGP post-COVID19, un entrenamiento de dos jornadas que se llevó a cabo en el Red Bull Ring los días 27 y 28 de mayo con Pol Espargaró y Dani Pedrosa como grandes protagonistas.
Italia, Holanda, Inglaterra, España, Andorra... la gestión de los viajes en avión y la coordinación para que todos los asistentes al test aterrizaran en Austria con un test negativo de coronavirus fue algo titánico, un esfuerzo que finalmente tuvo su recompensa a pesar de que Brad Binder no pudiera viajar desde Sudáfrica por las restricciones que todavía existen en su país para tratar de frenar la pandemia.
Con el test ya finalizado y en pleno estudio y evaluación de los resultados en la sede centrel de KTM Racing en Munderfing, su director de competición, Pit Beirer, ha revelado a Speedweek.com los problemas que tuvo Dani Pedrosa nada más aterrizar en el aeropuerto de Viena, donde llegó el martes por la tarde después de descartar la opción de haberse desplazado por carretera desde Suiza hasta el Red Bull Ring, lo que le habría llevado casi 10 horas de viaje.
Según explica Beirer, los responsables de organización de KTM Factory Racing tuvieron una tarde complicada el día anterior al test cuando descubrieron que Pedrosa había llegado a Viena con el test de COVID-19 en sus manos pero sin el documento adjunto por parte del laboratorio donde se indican los resultados detallados del análisis, uan situación que alertó a la policía austriaca cuando Pedrosa intentó cruzar el control fronterizo.
"El martes por la noche estuvimos inquietos varias horas", cuenta Beirer, "porque Dani llegó al aeropuerto de Viena con un test negativo de COVID-19 que no tenía ni un día, pero no llevaba encima el informe con los valores, sólo el resultado negativo. Como no podía mostrarle los valores a las autoridades, le pusieron inmediatamente en cuarentena en el hotel que hay en el aeropuerto de Viena".
El piloto español tuvo que pasar algunas horas encerrado en la habitación del hotel hasta que, pasadas las 21.00 de la noche, el laboratorio suizo que le había realizado el análisis pudo enviarle por email los resultados y la policía aceptó la documentación, dejando libre a Dani.
"Austria se toma muy en serio su misión de protección. Pero nos alegra que las autoridades intentaran buscar una solución. Podrían haber mandado a Dani de vuelta a suiza en el siguiente vuelo", recuerda Beirer, que pone de ejemplo la situación vivida por Pedrosa para demostrar que el paddock de MotoGP tendrá que ser muy estricto los próximos meses a la hora de realizar sus traslados dentro de Europa para evitar retrasos y contratiempos como el de su piloto.
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"Esto es un ejemplo de que viajar no será fácil durante las próximas semanas si los equipos de MotoGP tienen que viajar por Europa con 1.500 personas de 20 nacionalidades diferentes. Al menos este test fue un primer paso para volver a la normalidad. Fue divertido para nosotros", concluye el director de KTM Motorsport.