 Redacción @todocircuitoweb |
Fabio Quartararo es posiblemente uno de los pilotos con más ganas por volver a la acción en Jerez el próximo 19 de julio. El piloto francés quiere mantener la puntiaguda línea ascendente que ya marcó en 2019 logrando siete podios en su año de debut, unos resultados que permitieron al 'Diablo' liderar la clasificación final de rookies y de pilotos independientes a los mandos de la YZR-M1 satélite del equipo Petronas.
De cara al inicio del campeonato previsto para el mes de julio en Jerez, Fabio ha bromeado diciendo que para él "sería un placer incluso hacer tres carreras" consecutivas. En una entrevista ofrecida a GPone.com, el de Niza ha contado que "el comienzo seguramente será extraño, pero estoy listo. En estos momentos no puedo entrenar on moto, así que solo hago entrenamiento físico".
Desde que su nombre empezó a sonar con fuerza en el FIM CEV Repsol, el apodo de 'El Diablo' siempre ha acompañado al francés, un sobrenombre que nació en sus "primeros años de piloto, cuando usaba un casco réplica de Roberto Locatelli con un demonio detrás. Por esta razón, uno de mis primeros rivales empezó a llamarme así, y el apodo ha seguido hasta el día de hoy".
Muchos pilotos de la categoría reina califican a la Yamaha como una moto fácil de pilotar, algo que no molesta en absoluto a Fabio, que además cree que "ninguna moto es fácil de pilotar. Depende del estilo de pilotaje de cada uno, ha habido muchos pilotos que han tenido problemas con la Yamaha: un piloto agresivo puede tener problemas con una Yamaha y menos con una Honda. Personalmente estoy cómodo con la Yamaha, es una moto que me conviene".
Respecto a la moto que llevará este año, una M1 2020 on especificaciones de fábrica, el todavía piloto del equipo Petronas ha explicado que "sólo he podidio probar la M1 2020 durante cinco días, no pude sentir grandes diferencias. El objetivo de Yamaha era mejorar su velocidad máxima, y parece haberlo logrado viendo el rendimiento de Maverick y Valentino, pero yo usé un motor con muchos kilómetros. Necesitamos algo más de tiempo, pero lo importante es que el feeling con la moto es bueno".
En relación a los rumores que le colocaban en la órbita de Ducati, Quartararo afirma que la confianza depositada en él por parte de Yamaha fue suficiente para no escuchar otras ofertas: "El año pasado me sentí muy cómodo con la Yamaha, y el hecho de tener una moto oficial ya este año aunque no esté dentro del equipo de fábrica me convenció definitivamente para seguir unido al proyecto Yamaha. Lógicamente el subir al equipo oficial el próximo año aumentó esta forma de pensar".
En relación a ese salto que se producirá a finales de año para compartir box con Maverick Viñales, Fabio confía en poder llevarse a su grupo actual de técnicos: "Es algo que todavía tenemos que hablar, es un poco pronto. Pero me gustaría traerme a mis mecánicos porque me llevo bien con ellos".
¿Cómo lleva Fabio su relación con Valentino Rossi, piloto al que idolatraba de pequeño? "Nuestra relación es muy buena, pero siempre es raro hablar con 'Vale' porque estoy hablando con mi ídolo, por eso siempre estoy un poco nervioso. Recuerdo que la primera cosa que hice en el FP1 de Qatar fue hacer algunas vueltas con él. Miro a menudo su telemetría, esto también es un poco especial para mí", admite el piloto de 21 años, que espera recibir el apoyo de los fans italianos cuando se suba a la moto de Rossi en 2021: "Siempre me dicen que soy medio italiano, espero que los fans italianos no se enfaden. Será raro coger esa moto a final de año, todo piloto sueña en irse al equipo de Valentino".
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Por último, en relación a los numerosos duelos que protagonizó en 2019 junto a Mar Márquez luchando por la victoria, Fabio asegura que todavía no sabe cuál es el secreto para dejar atrás al español: "Si supiera el secreto, ya habría ganado carreras", dice entre risas. "Creo que me faltó experiencia, ya que 2019 fue mi primer año en MotoGP. Ahora la tengo, no digo que vaya a ser más fácil ganar a Márquez, pero quizás este año será menos complicado hacerlo, todavía tengo que trabajar duro para mejorar".
