![]() @todocircuitoweb |
Maverick Viñales no se arrepiente de las decisiones y los cambios de equipo que ha ido protagonizando a lo largo de la última década en el Mundial de Motociclismo. El piloto catalán está convencido de que el camino que ha seguido a lo largo de estos nueve años desde que debutó en la categoría de 125 cc en el año 2011 ha sido el correcto, y cree tener las armas necesarias en este momento para plantarle cara a Marc Márquez en la lucha por el título de MotoGP.
El piloto español ha sido el protagonista de la última entrega del podcast oficial del campeonato 'Last on the brakes', donde Maverick ha asegurado que su fichaje por Yamaha en el año 2017 fue algo "perfecto" porque era "lo que quería" en ese momento. "Cuando corro, sólo quiero ganar, y sobre todo luchar por el título. Me fui a Yamaha y desde el primer día pensé 'ahora tenemos una oportunidad, debo luchar por el título'", explica el dorsal #12.
Las dos victorias que cosechó nada más arrancar la temporada 2017 confirmaron lo que Viñales esperaba de Yamaha, aunque todo se torció antes de llegar al ecuador de aquel primer año con los de Iwata: "Lo demostramos en las seis primeras carreras, iba líder con 36 puntos de ventaja... pero las cosas cambiaron. ¿Qué fue mal? Empezamos a cambiar muchísimo la moto. Y nos perdimos, ¡durante dos años!".
A partir de ese momento empezaron dos temporadas de calvario para el piloto de Roses: "No fue fácil para mí. Imagina, dominando las primeras carreras como yo quería... la moto y yo eramos sólo uno. Y entonces cambiaron el neumático, el problema llegó en Montmeló. Allí cometimos un error con la elección del neumático y acabé muy atrás".
"Después de eso", prosigue Maverick, "Yamaha empezó a cambiarlo todo. Recuerdo que en Assen llevaron tres chasis distintos y yo me estaba volviendo loco. Perdí el feeling con la moto por completo y también con el equipo. Fue muy difícil para mí entenderlo y decir 'vale, así están las cosas ahora' mientras yo me veía como un potencial campeón. Fue muy difícil para mí".
El piloto catalán revela que "en 2017 y 2018 pasé por un momento complicado porque no estaba en mi lugar, siempre pensaba que podía hacer mucho más, y todavía lo pienso, como el último año, no demostramos todo el potencial todavía. Por eso el desarrollo que está haciendo Yamaha es tan importante, y sobre todo la confianza que han puesto en mí en este momento".
Durante su intervención en el podcast 'Last on the brakes', Viñales también repasa otro momento clave de su carrera deportiva cuando en 2012, a falta de tres carreras para acabar la temporada de Moto3, decidió romper por sorpresa el contrato que le vinculaba al Blusens Avintia en plena gira asiática.
Maverick había sido uno de los pilotos más rápidos aquel año sobre la FTR Honda del equipo español. Después de haber ganado cinco carreras en la primera mitad del año, el rendimiento de Viñales bajó estrepitosamente en la segunda parte de la temporada, una crisis de resultados que el propio Maverick achacó entonces a su equipo y que también le llevó a separarse del que era su representante por aquel entonces, Ricard Jové.
Viñales anunció en Malasia que quería romper su contato con Avintia de forma unilateral, y se negó a correr la carrera de Sepang. Finalmente llegó a un acuerdo con el equipo y disputó las dos últimas rondas de Australia y Valencia, marchándose después al Team Calvo -previo pago de 300.000 euros por parte de Jaime Fernández-Avilés para liberarle- para acabar ganando el título mundial de Moto3 en 2013 con LaGlisse.
Leer también: Dorna detalla su plan anti-coronavirus: viajes con 14 días de antelación, test continuos...
Preguntado por aquel polémico capítulo de su trayectoria deportiva, Viñales ha comentado que él es "de esa clase de pilotos que creen mucho en sí mismo. Necesito seguir mi propio destino, mis propias cosas. No me guío por lo que dice la gente, normalmente sigo mis propias decisiones porque creo que es lo mejor para mí. En ese momento tengo que decir que en 2012, si ahora me encontrara en esa situación, haría las cosas de un modo muy diferente, pero lo haría, iría donde tengo que ir. En ese momento me criticó mucha gente, pero creo en mí, y sabía de lo que era capaz, así que fui y lo demostré. Sinceramente no me arrepiento, porque creo que esa decisión cambió muchas cosas en mi vida", concluye el de Yamaha.