 Redacción @todocircuitoweb |
Marc Márquez sabe que la de 2020 será una temporada llena de desafíos. Mientras espera paciente a que pase la tormenta del coronavirus y MotoGP pueda arrancar su curso, el #93 no deja de entrenar en su gimnasio privado para llegar en el mejor estado de forma a la primera carrera de la temporada, ya sea en mayo, junio o julio.
Al margen de la revolución que el COVID-19 está causando en el calendario de MotoGP, Márquez ya ha asumido que 2020 será un año muy difícil a la hora de defender la corona de MotoGP. A estas alturas, su hombro todavía no está al 100% tal y confesó hace unos días en DAZN: "El hombro, poco a poco, va mejor. Está dando más problemas de los previstos. Ese nervio se está activando y va dando señales de vida. Los doctores me están cuidando".
Además del aspecto físico y del esfuerzo extra que tendrán que realizar entre junio y diciembre (previsiblemente con varias carreras consecutivas sin descanso), se suma la tremenda igualdad que se vio en la parrilla de MotoGP durante los test de pretemporada de Sepang y Losail, dos anticipos que dejaron claro que este año todas las fábricas inscritas en el campeonato tienen ocpiones de pelear por posiciones de privilegio.
Durante la retransmisión del Gran Premio de Tailandia 2019 en la que Marc Márquez participó hace unos días junto a Ernest Riveras, el de Honda tuvo la oportunidad de analizar a cada uno de sus rivales, dejando algunas conclusiones interesantes.
Sobre las Suzuki, Marc recordó que "ya el año pasado en pretemporada, fueron muy rápido. Pero sólo fue rápido Rins. Mir ha hecho un paso grande. La Suzuki ha mejorado. Los dos son competitivos. Los dos, en el test, había guerra psicológica en el box. Cuando estás empezando en MotoGP te da un estímulo".
Si hay alguien dentro del box de Hamamatsu que precoupa al #93, ese es sin duda alguna Alex Rins, un piloto que el año pasado ya le plantó cara en varias carreras e incluso le ganó un duelo por la victoria en Silverstone: "Uno de los puntos clave es la regularidad y adaptación a diferentes circuitos y factores. No tienen que alterar el resultado. Rins es muy rápido, quizá le faltó constancia. Pero con los años se va mejorando con la experiencia".
Otra fábrica que también parece haber subido de división durante la pretemporada es Aprilia, que este año pondrá toda la carne en el asador con una RS-GP equipada con un nuevo motor V4 a 90º y una aerodinámica digna del mejor equipo de Fórmula 1.
Márquez cree que "Aleix [Espargaró] es el más currante de MotoGP. Es increíble abandonar y al día siguiente volver con la misma motivación. Aprilia lo está intentando. Por medios, por lo que he entendido, han hecho un gran paso. En los test iban muy rápido, pero tenían problemas de fiabilidad, que seguro que los van mejorando".
En relación a Ducati y las remontadas que Andrea Dovizioso protagonizó en 2019, Márquez asegura que "ahora hemos entendido muchas cosas con el sistema 'holeshot'", y respecto a las Yamaha opina que "cuando tienen pista libre, pueden imponer un ritmo, que es lo más importante en MotoGP".
Por último, el de Cervera no se olvida del que fue su piedra en el zapato el pasado curso, Fabio Quartararo, un piloto que ya se ha ganado un asiento en el equipo oficial Yamaha a partir de 2021 y que ya ha recibido el sobrenombre de 'anti-Márquez' por sus grandes actuaciones sobre la Yamaha del equipo Petronas.
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"Cada vez cuesta más ganarle", reconoce Marc. "Yo también perdí duelos por falta de experiencia. Él va aprendiendo y seguramente en 2020, cuando volvamos a correr, será uno de los rivales a batir. Le ha faltado ganar, pero ha demostrado mucho. No tienes que ganar para demostrar que puedes luchar por el título. Es una cosa más moral. El efecto Fabio ha sido agitar el árbol de Yamaha. Los pilotos estaban un poco perdidos y un novato hizo la pole en Jerez y, luego, todos empezaron a ir bien. Fabio es rápido y duro de coco", concluye Márquez.
