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Muchos fans, especialmente de los hermanos Márquez, esperan con ganas el arranque de la temporada 2020 del Mundial de MotoGP. Por primera vez, Marc y Alex compartirán el mismo box, y además lo harán en la categoría reina del campeonato, una pareja que suma un total de diez títulos mundiales y que aspira a luchar de tú a tú contra el resto de equipos de fábrica de MotoGP.
El camino que el menor de los Márquez ha tenido que seguir para subir a la cumbre del motociclismo no ha sido sencillo. Tras proclamarse campeón del mundo de Moto3 en 2014, el de Cervera tuvo que enfrentarse a cinco largos años en la categoría intermedia antes de encontrar la tecla necesaria para recuperar esa velocidad que ya demostró en 2014, haciéndose con el título de Moto2 en 2019.
Ya convertido en campeón, Alex Márquez tenía todo cerrado para tratar de revalidar el título en 2020 con la misma estructura con la que había alcanzado la gloria este pasado curso, pero todo cambió un jueves 14 de noviembre cuando Jorge Lorenzo anunció su inesperada retirada.
Así ha explicado el propio Alex durante una entrevista ofrecida al Diario AS cómo transcurrió aquel fin de semana de Valencia: "Fue el domingo, después de la carrera de MotoGP", responde el #73 cuando le preguntan por el momento en el que supo que Honda le quería. "Allí las decisiones van lentas, porque hace falta el OK de Japón y el cambio de horario supone que vaya más lento. El que me lo dice es Emilio [Alzamora] en la oficina de Marc".
Fue en ese momento, a media tarde del domingo. cuando su representante le confirmó que Honda estaba interesada en contar con sus servicios, avisándole también de la incertidumbre que supone debutar en MotoGP con una RC213V: "El domingo me dijo: 'Honda te quiere. ¿Tú quieres?'. Ahí le dije que sí, y me respondió: 'A ver, ponte en situación, porque es una moto que dicen que es complicada y lo que conlleva detrás todo eso'", cuenta Alex sobre su conversación con Alzamora.
El de Cervera no se lo pensó dos veces y aceptó de inmediato el desafío: "Le dije que sí, que sí y que sí, que estaba preparado para el reto y que ya podía ir a decirles que sí, no fuera a ser que se lo replantearan. Yo me sentía preparado, y luego ya vino el lunes una reunión con Alberto Puig y Kuwata San. Yo el domingo me fui a dormir sólo con la conversación con Emilio y sin tener nada firmado".
El vigente campeón de Moto2 es consciente de que el 2020 será un año lleno de retos, por eso confía en ir paso a paso y no agobiarse con los resultados. "Está claro que un podio ya lo firmo para la primera temporada y que sería algo bonito, pero primero me quiero centrar en la pretemporada, sin presión", admite Márquez, que se ha fijado un "top ocho" y "ser el mejor rookie de la temporada" como objetivos realistas de cara a 2020.
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El hecho de que Marc sea su compañero no cambiará nada el modo en el que Alex Márquez está preparando su asalto a MotoGP. Sabe que es "improbable" que su hermano le deje ganar alguna carrera porque "a Marc no le gusta perder ni a las canicas, así que cómo me va a dejar ganar a mí una carrera de MotoGP o un título. Jamás haría algo así. Marc es un depredador. Quiere ganar siempre", afirma el piloto de 23 años.