 Redacción @todocircuitoweb |
A día de hoy son muchos los moteros que se atreven a dejar a un lado su trabajo para aventurarse por el mundo sobre dos ruedas. La inmensa mayoría optan, como es lógico, por motos de tipo trail, capaces de afrontar cualquier carretera o pista con la garantía de ser cómodas y capaces de llevar una gran carga de equipaje, algo vital cuando te pasas varios días cruzando un continente.
Pero, ¿qué pensarías de alguien que ha viajado desde Amsterdam hasta Tokyo y Ciudad del Cabo a los mandos de una Ducati 998? Puede parecer una locura, pero Peter Muurman lo ha hecho.
Este motorista holandés protagoniza la última entrega de Petrolicious para contar su experiencia a los mandos de esta superbike italiana con la que ha completado más de 100.000 kilómetros en estos últimos años.
El propio Muurman explica que "soy del 79, así que era un adolescente en el 94, en aquel momento la 916 era algo increíble, todo el mundo decía, ¡oh díos mío, mira sus formas, su belleza! Entonces trabajaba como repartidor para DHL y estudiaba en la universidad, entonces vi en Internet un anuncio de una 998 con 50.000 kilómetros, era una gran cantidad de kilómetros para una moto que tenía cuatro años. Me dijeron que había sido una moto de alquiler, y eso me dio la oportunidad de comprar una moto que me podía permitir económicamente".
Tras conseguir la motos de sus sueños, a este holandés empezó a picarle el gusanillo de los viajes, pero su economía no le permitía disponer de dos motocicletas a la vez, y por supuesto no estaba dispuesto a vender su preciada 998.
"No tenía dinero, así que decidí hacer el viaje con esta moto a modo experimento", comenta Muurman, que se tiró un mes recorriendo Ucrania completando cerca de 10.000 kilómetros.
A partir de ese momento empezó a ampliar sus fronteras, llegango incluso a viajar desde Amsterdam hasta Tokyo en su Ducati, pero todavía faltaba su mayor reto: bajar hasta Ciudad del Cabo subido a su 998, una aventura que superó con éxito a pesar de que tuvo que recorrer cientos de kilómetros por caminos de tierra y dunas.
Para afrontar esta aventura, preparó su moto a conciencia, especialmente en el apartado de la refrigeración. Para ello añadió dos ventiladores adiciones heredados de una Aprilia y los montó a los lados, además de perforar todo los carenados para facilitar la salida de aire caliente del motor Testastretta con 123 cv de la 998. También cambió los semimanillares de serie por un manillar alto mucho más cómodo.
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Si quieres conocer toda la aventura de Muurman, no te puedes perder el último episodio de Petrolicious (si tienes problemas con el inglés, puedes activar los subtítulos).
