 Redacción @todocircuitoweb |
Ni una semana ha tardado Jorge Lorenzo en hacer el petate para tomarse unas más que merecidas y largas vacaciones. Tras cumplir con varios compromisos publicitarios, el balear se subió a un avión a este pasado jueves rumbo a la Isla de Bali, en Indonesia, un auténtico paraíso del que Lorenzo está disfrutando todos sus rincones.
Siempre en compañía de amigos, el tricampeón de MotoGP ha gozado de las lujosas instalaciones de Casa Evaliza para desconectar por completo de la presión que ha sufrido este último año en el seno del Repsol Honda.
De momento, el piloto español sigue sin dar señales sobre sus planes de futuro. Lorenzo tiene ahora todo el tiempo del mundo para dedicarse a varios proyectos personales que ha dejado aparcados durante estos últimos años por su compromiso con el campeonato del mundo.
Entre ellos destaca potenciar su marca de ropa y accesorios Skull Rider, una empresa de la cual comparte el 50% de la propiedad junto al empresario Sito Herrera y que facturó en 2018 un total de 1,2 millones de euros sin dejar prácticamente beneficios (menos de mil euros) según publica Elconfidencial.com.
Otro negocio en el que Lorenzo siempre ha manifestado interés es el del mundo inmobiliario. De hecho, hace ahora once años, fundó FMT Land 99, una agencia dedicada al alquiler de propiedades en su tierra -Islas Baleares- que acabó registrando unas pérdidas cercanas a los 120.000 euros en 2017, y desde que se mudó a Lugano (Suiza) está pensando en abrir un negocio similar en aquel país. Y ahora, con tiempo para gestionarlo, podría ser una realidad.
El coleccionismo también es otro de los mundos en los que Jorge Lorenzo se mueve como pez en el agua. El ex-piloto de Honda ha ido recolectando material del mundo de las cuatro y las dos ruedas a lo largo de los últimos diez años, y a día de hoy puede presumir de tener una de las colecciones privadas más importantes del mundo del motorsport con piezas que han pertenecido a leyendas como James Hunt, Gilles Villeuneve, Sebastian Vettel, Lewis Hamilton y Ayrton Senna, sin olvidar monos y cascos que han portado Valentino Rossi, Wayne Rainey, Kevin Schwantz, Barry Sheene, Crivillé o Marc Márquez.
De hecho, Lorenzo abrió su colección al público hace ahora tres años a través del museo World Champions 99 ubicado en Andorra, unas instalaciones que lamentablemente tuvo que cerrar a comienzos de 2019 por motivos que ni el piloto ni su entorno dieron a conocer.
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En cualquier caso, el futuro todavía no está aquí, y Jorge Lorenzo está exprimiendo al máximo el presente rodeado de los suyos y disfrutando de todo lo que le ofrece un destino de ensueño como Bali.
