 Redacción @todocircuitoweb |
Jorge Lorenzo siente "mucha curiosidad" por saber qué moto se encontrará en el primer test de pretemporada que acogerá el Circuito Ricardo Tormo de Valencia 48 horas después del término de la temporada 2019 en este mismo escenario. El piloto balear afronta estas últimas carreras como un mero trámite ante la imposibilidad de ser competitivo con la versión actual de la RC213V, confiando en que el prototipo 2020 que está cocinando HRC le permita recuperar las sensaciones que tuvo hace ahora un año con la Honda 2018.
Charlando hoy con la prensa en el paddock de Sepang, Lorenzo le ha dicho a los periodistas congregados en el hospitality de HRC que "insistís mucho con esta pregunta" cuando le han preguntado si está esperando a probar la moto de 2020 antes de tomar la decisión de seguir o no con Honda, algo que ya adelantó Lucio Cecchinello hace unos días: "Yo siempre respondo lo mismo: tengo dos años de contrato y mi intención es seguir aquí, encontrar una solución a los problemas e ir lo mejor posible", recoge el Diario MARCA.
El tricampeón de MotoGP ha asegurado que las críticas que está recibiendo por sus pobres resultados con la Honda no es algo que le preocupe en exceso, "probablemente menos que a otros pilotos" destaca Jorge, recordando que en este paddock "hay pilotos muy fuertes psicológicamente, pero en mi caso no me afectan mucho".
Preguntado por sus expectativas de cara al primer test de Valencia, Lorenzo no oculta que "uno siempre tiene mucha curiosidad por probar la moto nueva, mucha ilusión, sobre todo, si no ha probado el primer aperitivo, entre comillas que probaron Cal y Marc en Misano", explica Lorenzo, que no pudo completar aquel test al arrastrar molestias en la espalda tras su caída en Assen.
La única información que Jorge ha recibido de la Honda 2020 proviene de Marc Márquez y Cal Crutchlow, y a tenor de sus comentarios, esa primera versión que probaron no difiere mucho de la Honda actual: "Según sus impresiones, la moto nueva, de momento, no era mejor que la antigua. No se ha mejorado, según lo que han dicho, los problemas que tiene la 2019. Esperemos que estos meses hayan servido a Honda para hacerlo", añade el #99.
El problema que lastra ahora mismo a Lorenzo se encuentra en su falta de confianza en el tren delantero, fruto de combinar el nuevo motor 2019 -con mayor potencia- y un chasis ligeramente distinto al de la moto del año pasado :"Creo que la Honda 2019 me ha perjudicado mucho en mi confianza con la rueda delantera y en mi velocidad. Para Márquez ha supuesto el hecho de ganar más carreras que en el pasado por ese motor mucho más potente, pero, quizá, a los otros pilotos nos ha perjudicado. Espero que la moto nueva tenga cosas que no tiene esta moto".
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Por último, Jorge Lorenzo ha revelado que, hace unos meses, se planteó la posibilidad de volver a la moto de 2018, algo técnicamente difícil ya que está obligado por normativa a mantener el motor 2019 hasta final de año, por lo que HRC tendría que haber adaptado este propulsor al chasis del año pasado, una operación compleja al variar ciertos elementos del motor como el airbox: "En una parte del Mundial, fue una posibilidad, pero la rechazamos. Fue hace varios meses", explica el mallorquín en relación a ese regreso a la moto del año pasado.
