 Redacción @todocircuitoweb |
Jorge Lorenzo ha conseguido en Japón la menor distancia respecto al ganador desde que regresó al paddock en Silverstone tras su lesión en Assen. El piloto balear ha cruzado la línea de meta en Motegi en la 17ª posición 40 segundos por detrás del ganador del Gran Premio de Japón, Marc Márquez, que le ha regalado a Honda el título de constructores 2019 gracias a su décima victoria de la temporada.
Aunque Lorenzo es consciente de que su resultado en Motegi está muy por debajo de lo esperado por su equipo y por el propio Jorge, el balear reconoce "haber dado un pequeño paso adelante con esta moto, sobre todo a nivel de confianza. Al principio de la carrera sufrí ya que con el depósito lleno perdía muchos segundos, unos dos por vuelta. En el warm-up hice un cambio en la ergonomía de la moto y me tuve que adaptar a esa nueva situación", comentó el #99 de Honda tras la carrera.
"Estamos probando posiciones de manillares porque, hasta ahora, tanto en Yamaha como en Ducati solía ir con manillares más altos, tipo motocross, más alto de lo normal, porque me encontraba mejor, pero con esta moto, que la estabilidad de delante no es muy buena, el hecho de tener manillares más altos hace que la aerodinámica mueva un poco más la rueda delantera y pierdas estabilidad en las curvas rápidas. Y con este manillar, a pesar de que te puedes cansar un poco más, en esas curvas va mejor y puedo ir más rápido", explicó el español.
El peso extra del depósito y ese cambio que Jorge decidió introducir en el warm-up matinal le complicaron el pilotaje de su RC213V hasta pasado el ecuador de la carrera. De hecho Lorenzo llegó a rodar penúltimo por delante del wild card Sylvain Guintoli hasta la vuelta 18, cuando pasó a Hafizh Syahrin y Karel Abraham para acabar en la 17ª posición: "La moto estaba más rígida y me costaba frenarla, entre otras cosas, y no podría encarar las curvas como quería. De hecho varios rivales me adelantaron como Abraham y Syahrin".
"En la segunda parte de la carrera", prosigue el mallorquín, "cuando bajó la gasolina del depósito después de 12 vueltas, me pude divertir con la Honda, encontré las sensaciones que había perdido desde hace mucho tiempo. De hecho pude ser rápido, girando un segundo más rápido por vuelta. El pecado fue no haber pilotado así desde el principio".
Lorenzo cree que podría haber reducido en 10 segundos la brecha con el ganador de haberse encontrado así de cómodo desde el principio: "Quizás, en lugar de haber acabado a 40 segundos, podría haber terminado a 30. Es la distancia con el ganador más pequeña desde que volví a la pista tras mi lesión. Estoy contento con mi pilotaje, aunque el resultado final mo ne dé la razón".
Una vez más, Lorenzo ha aprovechado su rueda de prensa para insistir en la necesidad de que Honda no cometa el mismo error que este año en la evolución de la moto 2020: "Tenemos que lidiar con muchos factores. Hay dos cosas claras. Por el momento la moto no se ajusta a mi estilo de pilotaje, ya que siempre tengo que pilotarla de forma forzada y antinatural, lo segunda guarda relación con las lesiones, ya que han iinfluido. Como he dicho muchas veces, el hecho de que Honda se centrara tanto en el motor resultó en pérdidas en otras áreas, por eso sufrimos. Si esto no fuera así, tal vez podamos tener una moto más completa y fácil, es decir, que no sea sólo para Márquez".
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Por último, respecto a su futuro en 2020, el tricampeón de MotoGP insiste en su intención de seguir vistiendo los colores del Repsol Honda por muy mal que vayan las cosas en este momento: "No tengo más opciones que continuar con Honda. Firmé un contrato de dos años. Mi objetivo es ser competitivo con esta moto", finaliza el #99.
