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La nueva era del Mundial de Motociclismo la está liderando Marc Márquez. El piloto español se encamina hacia un nuevo título en la categoría reina. Para ello, únicamente necesitará sacarle dos puntos a Andrea Dovizioso en el próximo Gran Premio de Tailandia.
En una entrevista concedida al podcast Cambia el Mapa, Santi Hernández se muestra cauto ante la posibilidad de sumar el octavo título mundial: “Aun no ha llegado el octavo. Estamos trabajado para conseguirlo, pero hasta que no se consiga no podemos decir que lo hemos ganado. Estamos muy cerca de conseguirlo. El otro día estábamos celebrando las 8 victorias de Marc. Obviamente no podemos dar por hecho este mundial hasta que no lo tengamos. Estamos muy cerca, solo a dos puntos, pero no hay que confiarse”.
El jefe técnico del #93 ha admitido que en este instante no se pueden confiar por la superioridad que está mostrando: “no hay que bajar la guardia, no te puedes confiar porque ya vimos que en Austin también íbamos muy fuertes, teníamos un ritmo muy superior a los demás, pero un fallo nos hizo cometer una caída y perder 25 puntos que todo el mundo daba por hecho antes de la carrera. De eso se tiene que aprender”.
Por ello, en Honda aseguran que “se trata de gestionar el fin de semana como un fin de semana más independientemente de la superioridad que hayamos podido mostrar y estar lo máximo concentrados para no cometer un error. Cuando te confías los errores pueden ocurrir no a través de nosotros sino a través del equipo”.
Durante el Gran Premio de Aragón destacó el cambio de mentalidad que se vivió en el equipo. Tanto es así que Márquez no rodó casi en condiciones mixtas: “Sabemos que no podemos cometer errores y no salimos cuando la pista no estaba del todo mojada ni estaba en unas condiciones de seco. Estábamos más en las de perder que en las e ganar porque no podías probar nada en agua ni en seco porque no te valían para nada los datos. Decidimos no arriesgar. Tienes que ser consciente de lo que nos estamos jugando”, señalaba Hernández.
El técnico lleva trabajando con el español varios años y ha podido comprobar cómo ha evolucionado su mentalidad: “Lo que me gusta de Marc es que cuando hay que arriesgar y tomar decisiones es el primero que arriesga, pero también con los años ha madurado y se ha dado cuenta que a veces las intenciones o las ganas que él pueda tener no es lo correcto”.
Con el octavo título al alcance de sus manos, en Honda son conscientes que es momento de ir con pies de plomo. Así lo asegura Hernández, que destaca que “ahora mismo no podemos permitirnos el lujo de cometer un error, caernos y hacernos daño. El mundial tal y como está solo lo podemos perder nosotros”.
El nivel de exigencia del mundial de MotoGP es cada vez más alto, algo que se nota también en el equipo: “Lo más bonito es trabajar con alguien que te exige y que se exige. Nuestro trabajo es un trabajo que te tienes que trabajar mucho y no solo a nivel de piloto sino a nivel de equipo tienes que trabajar mucho. Es muy bonito que él se exija en la pista y que indirectamente nos exija a nosotros. Marc no es el piloto que te viene y te dice “Hay que hacer más, hay que hacer esto o lo otro”, pero cuando ves que un piloto hace lo que él hace en la pista y que se deja la piel en cada curva cuando la moto no está al 100% pues lógicamente nosotros se lo tenemos que devolver trabajado más o igual que él. Lo más difícil es cuando estás con un piloto y no tiene las ganas”.
El ingeniero de pista de Marc Márquez ha querido agradecer al de Cervera el trabajo realizado y admite sentirse “orgulloso como cualquier español o como cualquier aficionado cuando ve lo que hace Márquez te tienes que sentir afortunado de poder verlo y poder estar viviendo esta época. Me siento muy orgulloso por partida doble: porque desde pequeño me gustan las motos y por poder tener la suerte de trabajar con él. Es muy listo, se mira todos los detalles y aunque parezca que todos son risas y alegrías es un piloto que trabaja mucho y eso también se lo transmite al equipo”.
Hernández ha querido recordar su trayectoria en un campeonato en el que lleva más de 20 años vinculado: “Empecé como técnico de suspensiones. En 1999 gané con Criville un título, en 2003 otro con Valentino Rossi, y los siguientes han sido con Marc desde 2013 en Moto2 y todos los que ha conseguido en MotoGP. Estamos hablando de siete que he ganado con Marc y un total de 9 títulos. Si me llegan a decir de pequeño que de mayor con 42 años pudiera conseguir lo que estamos consiguiendo no me lo creería”.
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Por último ha admitido que tanto el #93 como el #46 tienen muchos aspectos en común: “Valentino y Marc se parecen en algunas cosas. A mí no me gustaría decir que Marc es como Valentino. Cuando tuve la oportunidad de trabajar con Valentino era una persona que parecía que nunca estaba en el box, no se miraba las cosas, todo eran risas; pero era verdad que se estudiaba todo, sabia los ritmos de sus contrarios, llegaba al box por la tarde y se sentaba con sus técnicos, intentaba tenerlo todo controlado y Marc es muy parecido en ese aspecto”.