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El Mundial de Motociclismo desembarcará en Misano dentro de nueve días, una cita que podría contar con una gran ausencia: la de Jorge Lorenzo. El piloto mallorquín no pudo soportar más de 31 vueltas durante el test que acogió el trazado sanmarinense a finales del mes de agosto, dos jornadas de entrenamientos oficiales en las que el piloto del Repsol Honda acabó en la penúltima posición a más de cuatro segundos del crono de referencia establecido por Fabio Quartararo.
El esfuerzo que Lorenzo había realizado cuatro días antes para completar la carrera del Gran Premio de Gran Bretaña le pasó factura a su espalda, un dolor que obligó al balear a bajarse de su Honda tras finalizar el primer libre del jueves en Misano.
"Lamentablemente tengo dolor en la espalda", explicó el tricampeón de MotoGP. "Después del esfuerzo que realicé en la carrera de Silverstone, sufrí mucho. La situación mejoró el lunes y el martes, pero llegué aquí con dolor, y sobre la moto me tengo que esforzar más, por eso hemos decidido parar el test para prepararme mejor de cara a la carrera".
"Ahora mismo me ecuentro peor que en Silverstone. La carrera hizo que se me inflamara la lesión, y el dolor ha aumentado, necesito tiempo para recuperarme y estar listo para Misano", apostilló Jorge, al que estos días se le ha visto trabajando en la piscina para tratar de aliviar el edema que sufre en la sexta vértrebra torácica.
Según publica el portal alemán Speedweek.com, Lorenzo podría saltarse la carrera de Misano para no forzar más la lesión que arrastra desde el mes de junio cuando se fue al suelo en Assen y que le ha mantenido fuera de las pistas durante los dos últimos meses, protagonizando un discreto regreso en Silvertstone, donde logró arañar un par de puntos tras acabar 14º.
De este modo, el español podría llegar con ciertas garantías a la cita de Aragón que se celebrará el 22 de septiembre, sólo una semana después del Gran Premio de San Marino. La ronda de Alcañiz será la última en suelo europeo antes del inicio de la gira transoceánica que llevará a los pilotos del mundial a disputar cuatro grandes premios (Tailandia, Japón, Australia y Malasia) en menos de 30 días, todo un desafío físico para Lorenzo.
Precisamente ahora en septiembre se cumple un año desde que Lorenzo iniciara su particular via crucis de lesiones en el Gran Premio de Aragón. Allí se rompió el segundo metatarsiano del pie derecho además de una dislocación del dedo gordo del mismo pie. En Taliandia se llevó un fortísimo golpe en la muñeca izquierda y sufrió un esguince en su tobillo derecho. En el mes de enero, un accidente practicando dirt-track acabó con una fractura en la muñeca izquierda, y sólo dos meses después, en Losail, el #99 se fisuraba una costilla y sufría diversas contusiones en la espalda tras sufrir un highside en su primer gran premio con Honda.
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El mallorquín también se fue al suelo en el Gran Premio de Catalunya y posteriormente sufrió una caída a alta velocidad en el test del lunes llevándose otro golpe en la espalda. Por último, el 28 de junio en Assen, Lorenzo se rompía dos vértebras torácicas (6ª y 8ª) que le dejaban fuera de juego durante cuatro carreras.