 Redacción @todocircuitoweb |
La vida de Anthony West se está convirtiendo en auténtico culebrón digno de película. El piloto australiano fue sancionado en septiembre del año pasado tras dar positivo en un control antidoping realizado en la ronda de Misano del Mundial de Supersport. Aquel análisis detectó una sustancia "no especificada" de tipo estimulante que se encuentra recogida en la Sección 6 de la lista de sustancias prohibidas por la FIM en el motociclismo de competición.
El piloto de 37 años solicitó meses después un nuevo análisis de la 'muestra B' recogida aquel mismo día. Lamentablemente para West, los resultados fueron idénticos a los obtenidos con la primera muestra, de modo que la suspensión indefinida de su licencia como piloto FIM se mantuvo en vigor.
En vista de que Anthony no podía disputar ningún campeonato auspiciado por la FIM en 2019, el australiano optó por correr el Campeonato Brasileño de Superbikes con el respaldo de fábrica de Kawasaki, una aventura que no le fue nada mal al piloto de Maryborough, que lideró el campeonato hasta la tercera ronda disputada el pasado mes de mayo.
Sin embargo, antes del inicio de la cuarta ronda programada para el 15 de julio en el Autódromo de Goiânia, West anunció en redes sociales su renuncia a seguir disputando el brasileño de Superbikes por presiones de la FIM. Su comunicado fue demoledor: "Que te jodan FIM. Nunca me veréis de nuevo sobre una moto en mi vida. Habéis ganado perros de la FIM. Sois gente de la mierda más baja que no debería tener nada que ver con este deporte. La FIM ha presionado para hacerme perder mi asiento con Kawasaki aquí en Brasil. La FIM ha destrozado mi vida muchas veces y me ha deprimido hasta el punto de desear estar muerto. Ya he terminado de jugar a esta mierda de juegos de política. Que os jodan FIM".
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Un mes después, y a pesar de que West ha perdido misteriosamente el apoyo de Kawasaki, el australiano no se rindió y decidió acudir a la cuarta cita de la temporada que acogió el Circuito de Goiânia, un trazado totalmente desconocido para Anthony. Con una moto totalmente negra sin un sola pegatina de Kawasaki y sólo tres juegos de neumáticos -más un juego de slicks usados que le regaló un equipo para conocer el circuito en los primeros libres-, West fue capaz de acabar en segunda posición por detrás del piloto oficial de Honda Eric Granado, que gracias a esta victoria consiguió adelantar a West en la general del campeonato por sólo dos puntos de diferencia.
Durante una charla de Anthony con Speedweek.com, el australiano aseguró que "la gente de la FIM fue a Kawasaki en Japón y se aseguraron de que perdiera mi patrocinio" antes del inicio de esta cuarta ronda de Superbike Brasil. "Por eso estoy pagando esta carrera de mi bolsillo, sólo para decirles 'que os jodan'. Han estado intentando pararme desde que llegué a Brasil. Mandaron cartas a mi equipo amenazando el campeonato. Pero este campeonato me quiere aquí", apostilló West.
Antes del inicio de la carrera, el propio Anthony explicó su situación en redes sociales: "Estoy pilotando una moto sin marca de 1000 cc y la he llevado al segundo lugar en los clasificatorios en un circuito en el que nunca había estado antes. Sin presupuesto, sin dinero, así que hemos usado el mismo neumático trasero, en el FP5, el FP4 y el final del FP3 para un total de 41 vueltas, casi tres veces la distancia de carrera. Gracias al JC Racing por dejarme un box para trabajar. Neumáticos nuevos para la Superpole y he clasificado segundo. Tengo dos neumáticos nuevos para la carrera, así que habremos hecho el fin de semana completo comprando sólo tres juegos de neumáticos. Además hemos usado otros neumáticos usados de otro equipo para conocer el circuito".
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El domingo, tras acabar segundo a pesar de no contar con el apoyo de ningún patrocindor, West volvió a expresarse sin tapujos en redes sociales: "He renunciado a mi vida, he perdido dinero y amistades, lo he arriesgado todo para dar vueltas en círculos. Honda ha gastado muchísimo dinero de sus patrocinadores. Yo gasté mis últimos dolares, pero no es nada en comparación a lo que ellos se han gastado para vencerme. Tengo que estar loco", admitió West, que lleva un mes trabajando como camionero en EEUU para conseguir dinero y seguir corriendo en Brasil.
