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 Redacción @todocircuitoweb |
Valentino Rossi ya está preparado para afrontar su cita más importante del año: el Gran Premio de Italia. El piloto de Yamaha llega a uno de sus circuitos talismán, Mugello, donde logró siete victorias consecutivas en la categoría reina entre 2002 y 2008, año en el que logró su última victoria en Italia. Desde entonces, Rossi se ha colado en el podio de Mugello en un total de cuatro ocasiones, la última en 2018 cuando acabó en tercera posición.
Este año, Valentino encara su carrera de casa ocupando la cuarta plaza en la general de MotoGP con 72 puntos, separado del líder, Marc Márquez, por 23 puntos. El de Tavullia se muestra "contento" por correr en Italia, "un fin de semana especial" para él "y una carrera especial para todos los pilotos italianos. Tiene un ambiente fantástico, pero también es un poco difícil gestionarlo con todos los fans, pero es realmente genial".
El piloto de 40 años asegura que la de Mugello "es una de las pistas más bellas del año. Es un circuito que realmente me gusta, pero será difícil porque todos son muy rápidos. Mugello tiene menos aceleraciones desde baja velocidad, así que creo que podríamos ser más rápidos que en Le Mans", añade el italiano, que acabó quinto en Francia sin ritmo para pelear con Márquez y con las Ducati oficiales de Andrea Dovizioso y Danilo Petrucci.
Sin embargo, a pesar del éxito que Rossi siempre ha tenido en Mugello y del calor de sus tifosi, el de Tavullia muestra su preocupación por la larga recta principal de 1.141 metros del circuito de la Toscana. En Le Mans, la de Valentino fue la moto más lenta de toda la parrilla a nivel de velocidad máxima -300,1 km/h frente a los 310,9 km/h de Andrea Dovizioso-, una situación que se ha repetido en varios circuitos en lo que va de año.
Por este motivo, Rossi no esconde sus dudas de cara a al fina de semana en Italia: "También es cierto que hay una recta muy larga. Seguramente este será nuestro punto débil, pero si trabajamos bien, podemos defendernos. Tenemos que hacer todo lo posible para ser competitivos y dar el máximo".
En el otro lado del box, Maverick Viñales encara el GP de Italia con la esperanza de quitarse el mal sabor de boca que le dejó la carrera de Le Mans, donde Pecco Bagnaia se lo llevó por delante en plena carrera. El piloto español marcha décimo en la general del campeonato con sólo 30 puntos en el que está siendo su peor arranque de temporada desde que llegó a Yamaha en el año 2017.
“Después de la caída en Le Mans, salí del circuito con un mal sabor de boca, me decepcionó mucho", comenta el español. "Trabajamos muy bien todo el fin de semana, pero el problema fue que comencé muy lejos de la primera fila de lla parrilla. Hemos aprendido de esto, tenemos que trabajar duro los sábados. Tengo muchas ganas de estar de vuelta en mi moto este fin de semana. Durante el último Gran Premio tuve una buena sensación con la M1, fue casi perfecto y pude ir muy rápido".
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"Estamos resolviendo todos los problemas paso a paso. Estoy seguro de que vamos en la dirección correcta. Entonces, si continuamos trabajando duro, pronto llegarán buenos resultados. Mugello es una pista que me gusta y en la que siempre me he divertido mucho, y es perfecta para mi estilo de conducción, así que veamos qué pasa", finaliza Maverick, que cuenta con un segundo puesto (2017) como mejor resultado en Mugello en la categoría de MotoGP.
