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Andrea Iannone ya puede respirar tranquilo. Según informa Speedweek.com, el piloto de Aprilia ha recuperado el Bentley Continental Supersports valorado en 350.000 euros que la Guardia di Finanza le confiscó el pasado mes de diciembre cuando el entrenador personal de Iannone, Stefano Falasca, trató de cruzar la frontera italo-suiza a los mandos del lujoso deportivo británico.
El generoso sueldo que Iannone cobró en su anterior etapa junto a Suzuki -unos tres millones de euros por temporada- le facilitó la adquisición de este exclsuivo Bentley Continental Supersport, el más potente fabricado hasta la fecha, una lujosa bestia británica propulsada por un motor 6.0 W12 Twin-Turbo capaz de entregar 710 cv de potencia, una caballería que le permite alcanzar los 333 km/h. La factura de compra ascendió entonces a 350.000 euros.
Iannone, que reside desde hace años en Lugano (Suiza) le prestó el coche a su entrenador personal para que viajara con él hasta Italia para disfrutar de las navidades. Stefano Falasca recogió el coche en casa de Iannone -con matrícula Suiza- y puso rumbo hacia Italia, pero no logró llegar a su destino.
En el paso fronterizo de Brogeda, la policía aduanera de Como detuvo a Falasca por haber intentado introducir en el país un vehículo matriculado fuera de la Unión Europea sin ser él el propietario del mismo, no residir en Suiza (vive en Italia) y por no estar en posesión de un permiso temporal expedido por el dueño del coche -en este caso Iannone- para poder circular con él fuera de Suiza.
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Ni Iannone ni su entrenador personal estaban al tanto de todos estos requisitos que la Unión Europea pide desde hace años para evitar el contrabando de vehículos dentro de los países que forman la UE.
Tras cuatro meses de pelea legal, Iannone ya ha recuperado el vehículo más caro y exclusivo de su colección personal. Precisamente este mismo Bentley ya le dio otro dolor de cabeza al piloto de Vasto hace un año cuando el programa 'Scherzi a parte' decidió gastarle una broma al piloto de Aprilia robándole el coche de su garaje personal, informándole de que había sido recuperado en mitad del Lago Como.