Fuente: Spa-Francorchamps
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El tiempo pasa y los circuitos son el gran ejemplo de ello. Las distintas competiciones que pasan por sus instalaciones hacen que éstas se deterioren y el asfalto es el claro ejemplo de ello. Recientemente, durante la disputa del Gran Premio de las Américas gran parte de la atención mediática se centraba en ese aspecto.
El circuito de las Américas no es el único que ha tenido ese problema. Otros como el de Silverstone, con su problema con el drenaje o el Circuit Barcelona Catalunya, que se ha comentado en varias ocasiones que podría peligrar su participación en el Mundial de Motociclismo han visto como esas circunstancias ponían en un serio aprieto la disputa de la prueba en cuestión. No obstante, el trazado español recientemente se reasfaltó por completo y los pilotos se mostraron contentos por las obras realizadas.
El asfalto no es el principal problema de las instalaciones, aunque bien es cierto que contribuye. Los elementos de seguridad de los circuitos, ya sean escapatorias o barreras siempre han estado en tela de juicio. Es por ello, que una mala gestión y mantenimiento de estos elementos pueden suponer la desaparición de los circuitos del Mundial.
Bélgica y el trazado de Spa-Francorchamps es el claro ejemplo de ello. El trazado de la región de Lieja tiene una larga historia en el mundo de la competición, puesto que desde el 1920 se competía por las carreteras de Stavelot, Spa, Francorchamps y Malmedy, siendo uno de los trazados más largos del calendario.
Los organizadores de los campeonatos les obligaron a rediseñar el trazado, viéndose el recorrido reducido a 7km. No obstante, estas remodelaciones no fueron suficientes para mantener el trazado en el Mundial de Motociclismo, siendo su última cita en 1990, en la que venció Wayne Rayne.
Se trata de un circuito particular, el cual los pilotos guardan grandes recuerdos, aunque reconocen que era bastante peligroso. El subcampeón de 500cc de 1977, Steve Baker, reconocía que era muy peligroso rodar en ese trazado: “Antes de los entrenamientos, cogí mi coche y di alguna vuelta. Lo primero que pensé fue: “Dios qué hago aquí”. Era muy aterrador. Y lo peor era que, por peligroso que fuera, debías mantener un gran paso por curva porque debido a las características de los motores de aquellas 500, si no lo hacías así, los tiempos no salían”.
El circuito fue modificándose, pero los puntos débiles seguían estando presentes. No obstante, la cercanía de las protecciones en la primera mitad del trazado, especialmente en la subida a Eau Rouge, hacía peligrar la vida de los pilotos. Es por ello que finalmente se decidió que no se compitiera más en esa instalación, aunque el Mundial de Resistencia seguía participando hasta hace varios años.
En los últimos años la nueva dirección del trazado belga ha mostrado en varias ocasiones su interés en regresar al Mundial y en los últimos días se hacía oficial que recibirán una subvención de 29.5 millones de euros. Por delante tienen un largo proceso en el que tendrán que readaptar un trazado que está íntegramente pensado en la actualidad para acoger citas de monoplazas.
Spa-Francorchamps no es el único trazado que ha vivido algo similar. En 1994 desaparecía del campeonato el trazado de Misano. En la pista italiana el año anterior Wayne Rainey sufría un high-side que acababa con su carrera deportiva y con la primera lesión medular de un piloto del campeonato de 500cc.
Misano tardó 13 años en volver al campeonato, tiempo suficiente para someterse a una dura, larga y costosa remodelación. Cambiaron el sentido del trazado, quitaron curvas y ampliaron escapatorias. Unos cambios necesarios en los que demostraron que era necesario hacerlos por el bien de la seguridad del circuito y de los pilotos.
El circuito belga tiene una amplia trayectoria en el mundo de la competición. No obstante, podría coger como referencia el trazado italiano e incluso el Circuit Barcelona-Catalunya. Este último, ha demostrado que si se quiere se puede hacer el trabajo necesario y manteniendo la esencia del circuito.
Spa-Francorchamps no tiene que perder curvas míticas como Eau-Rouge, el Radillon o la Source. Únicamente tienen que ampliar la escapatoria en algunos puntos, como es Eau-Rouge, que se espera que tomen la curva a más de 200km/h. Para ello tendrán que comerle terreno a la montaña, aunque se encuentran con un gran problema legal al ser un parque protegido. Es por ello que el trazado hará todas las obras posibles dentro de la legalidad y no se descarta que tengan que retirar alguna grada. A todo ello, y en caso de que no se pueda hacer las obras al completo, se podría sustituir el asfalto de las escapatorias por la hierba o la gravilla, elementos que permitirían reducir la velocidad de las monturas en caso de que se caigan los pilotos.
En caso que finalmente regresase al campeonato de motociclismo, será necesario cambiar algunas protecciones. Las actuales, que en la mayoría son de neumáticos, no cumplen con los requisitos del campeonato. De este modo, sería necesario sustituirlas por los denominados Air-fence o tecpro, que amortiguarían el impacto del piloto.
La nueva directiva tienen un largo proceso por delante en el que tendrán que aprovechar muy bien la inversión que se realizará en su instalación. Con mucho menos dinero (3 millones de euros), han cambiado la última sección del circuit Barcelona-Catalunya y lo han reasfaltado entero de nuevo. Spa-Francorchamps puede regresar por la puerta grande, aunque todavía queda por ver en que quedará todo y si finalmente pasan el examen de DORNA.