 Redacción @todocircuitoweb | Google+ |
Maverick Viñales tiene motivos para cree que la Yamaha M1 2019 puede ser la solución a los problemas que tanto él como Valentino Rossi arrastran desde hace dos temporadas. El piloto de Roses ha sido uno de los grandes protagonistas del miércoles en la primera jornada de test IRTA MotoGP celebrada en Sepang, un día que Maverick ha cerrado con 63 vueltas a sus espaldas y un 1:59.937 en el bosillo que le deja a sólo tres décimas de la Honda de Marc Márquez.
"Por lo menos no he acabado muy cansado, esa es mi gran satisfacción, quiere decir que he hecho un buen invierno", decía Viñales en tono de broma durante su charla con la prensa en Sepang. "Ahora siendo sincero, estoy muy satisfecho por cómo trabaja la moto, porque después de dos meses funciona prácticamente igual. Normalmente llegas aquí y lo pasas mal para adaptarte a la moto, pero he girado bastante rápido y eso es una buena señal".
Maverick afirma que el motor con el que hoy han estado trabajando él y Valentino es "muy parecido" al propulsor que ambos escogieron al cierre del último test de Jerez, un motor que se caracteriza por una mayor intensidad del freno motor, clave para ayudarles a detener mejor la Yamaha.
"Mañana vamos a probar un setup distinto, porque hoy sólo hemos probado el motor, motor, motor... así que no he podido hacer cambios en el setting, tenía el mismo que usé en Jerez. Así que quizás mañana con ese set-up podamos resolver algunas cosas", aclara Viñales, que hoy sí ha podido rodar con la goma media trasera de Michelin a diferencia del último Gran Premio de Malasia: "Lo bueno es que he estado haciendo tiempos con el medio, que no pude usarlo durante la carrera. Eso es una cosa positiva".
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"De todos modos mañana probaré el blando y sabré cómo trabaja la moto con buen grip", explica el dorsal #12. "Pero lo bueno es que con el medio he podido ser bastante rápido y eso es muy importante, porque normalmente cuando no tienes grip, es entonces cuando la moto se vuelve muy complicada. Hoy he podido rodar bien por toda la pista. Sólo hay pequeños detalles, no puedo frenar en cada vuelta en el mismo sitio, tengo que modificarlo mucho por el freno motor", cuenta el de Yamaha, que califica el freno motor de "poco constante" confiando en que puedan hacerlo "más progresivo" a través de la electronica porque nota la moto "un poco agresiva".
Hoy el programa de trabajo tenía un guión claro: pulir la versión del motor que tanto Viñales como Rossi emplearán este 2019. "Al final corremos con este motor, así que me he centrado mucho en ese propulsor intentando ser más rápido con lo que tengo. Pero hay mucho trabajo todavía, porque todavía pierdo tiempo frenando, hay que trabajar en eso. Sobre todo cuando acciono el freno y tengo que usar mucha presión, la moto no se detiene. Sufro mucho con el neumático delantero, así que tenemos que mejorar eso", finaliza el español de Yamaha.
