 Alex Delgado @ADelgadoM_ | Google+ |
La temporada 2019 ya ha comenzado y los pilotos han podido probar durante tres jornadas de test en el circuito de Jerez las principales novedades del campeonato. Por una parte la llegada de Triumph con un motor tricilíndrico de 765 cc más potente y lleno en toda la gama de revoluciones que el propulsor Honda utilizado hasta ahora, un motor con el que Luca Marini y Sam Lowes ya han rodado por debajo del récord del trazado andaluz. Por otra, la vuelta al Mundial de MV Agusta de la mano del equipo Forward Racing.
La firma italiana regresaba al Mundial con muchas incógnitas y la polémica de Romano Fenati, que se quedó sin uno de los asientos del Forward Racing tras lo ocurrido en Misano con Stefano Manzi. Pese a eso, en estos días de test han mostrado que han sabido hacer un buen trabajo con la puesta a punto.
En Jerez, Dominique Aegerter y Stefano Manzi probaron dos configuraciones totalmente distintas. Desde el equipo reconocen que los tiempos en estas jornadas no eran del todo importantes, puesto que todavía tenían que adaptarse a una montura totalmente desconocida. Es por ello que, pese a no hacerle mucho caso a los tiempos, se marchan con unas sensaciones mucho mejores de las que se esperaban de cara a estos test.
El piloto suizo se enfrentaba a uno de los cambios más importantes de su carrera deportiva, dejando atrás uno de los años más complicados de su trayectoria en el que ha estado a punto de no competir. La primera toma de contacto con su nueva montura ha sido bastante positiva, puesto que se le ha visto cada vez más cómodo sobre su MV Agusta, quedándose a 1.5s del piloto más rápido de los test, Luca Marini.
Aegerter considera en unas declaraciones recogidas en SpeedWeek que “el nuevo motor (Triumph) se comporta de una manera diferente, con más potencia. Un poco más de par, sin embargo, respecto a la velocidad punta no hay grandes diferencias. Todavía tienen que trabajar en la respuesta, la electrónica y la aceleración. Magneti Marelli no ha lanzado todavía tantas cosas. Estamos bastantes limitados hasta ahora. Control de tracción no tenemos. Tenemos tres asignaciones diferentes para el freno del motor que podemos ajustar y la respuesta de la aceleración”.
Su compañero de equipo, Stefano Manzi, lo ha tenido un poco más fácil que el suizo. El italiano conoce a la perfección al equipo y hay buena sintonía en el garaje. El #62 logró marcar un registro de 1:42.743, que le servía para ser 14º a más de un segundo y dos décimas de su compatriota Marini.
En unas declaraciones recogidas en GPOne, el italiano comenta que probó dos versiones de la F2, “una era la evolución de la otra, me encontré inmediatamente mejor sobre la moto. Es muy importante, porque significa que todos los cambios realizados han sido mejorados. Sé que todo es nuevo y hay mucho trabajo por hacer, pero después de estos tres días ya puedo decir que partimos con una buena base”.
“Por encima de todo, me gusta la estabilidad durante la frenada, en el otro lado, hay mucho trabajo que hacer en la electrónica.(…) Se adapta mejor a mi estilo de pilotaje. A altas revoluciones (el motor Triumph) no va más rápido que el motor Honda, pero tiene una entrega mucho más completa. Necesitamos cambiar completamente la forma en la que trabajamos, no podemos usar las referencias y trayectorias antiguas”, cuenta Manzi.
En Varese tienen ahora por delante dos meses para seguir trabajando en el chasis tubular de la F2 antes del próximo test de pretemporada que se celebrará del 20 al 22 de febrero, de nuevo, en el Circuito de Jerez.
