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Álvaro Bautista ya se ha vestido de rojo Ducati. El piloto talaverano llega a Phillip Island con la ilusión del 'primer día de cole', sabiendo que a partir de mañana se subirá por primera vez a una Desmosedici de fábrica, la que dejará libre Jorge Lorenzo como consecuencia de la lesión que arrastra en su muñeca izquierda desde el Gran Premio de Tailandia y que este pasado lunes le obligó a pasar por quirófano en Barcelona para solucionar una lesión en un tendón.
"Me he mirado en el espejo esta mañana y he dicho 'qué bien me sienta el rojo'", bromeaba esta mañana Bautista en declaraciones a Movistar MotoGP. No es la primera vez que Álvaro corre para una fábrica: lo hizo en 2010 y 2011 para Suzuki, y más tarde vistió los colores de Aprilia sobre la RS-GP Factory.
Sn embargo, ahora afronta este nuevo reto con más experiencia y kilómetros a sus espaldas: "En aquella época sí que es verdad que me faltaba un poco más de experiencia en la categoría, ahora tengo más experiencia y sé un poco más mis necesidades. Contento, aunque sea a causa de la lesión de Jorge, que espero se recupere lo antes posible, pero intentar aprovechar este fin de semana la oportunidad que me ha dado Ducati para trabajar con ellos, aprender y disfrutar todo lo que pueda".
Aunque a primera vista puede parecer que las diferencias entre la GP17 y la GP18 son mínimas, Bautista confiesa que ambas son "muy distintas". "Ya la he visto fuera del box, era muy distinta y dentro del box es aún más distinta. Y la verdad es que no me quiero esperar nada, quiero montarme en la moto, ver cómo funciona porque también tendré que buscar un setting que se adapte a mi estilo, yo adaptarme a ella... No será tan fácil como decir 'venga ya te montas en una moto oficial y ya estás delante', ni mucho menos".
Ni Bautista ni Ducati se han marcado un ojetivo de cara al fin de semana de Phillip Island. El español sabe que necesitará "paciencia" para entender la GP18 antes de ir rápido con ella: "No me espero nada, quiero subirme a la moto y ver cómo funciona, dónde es mejor, dónde puede ser peor, intentar darle toda la información posible a Ducati".
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Y cuenta con el respaldo y la confianza de Ducati, fábrica para la que correrá en 2019 dentro del WSBK con la nueva Panigale V4: "No esperan nada [en Ducati], después de todo el trabajo que estamos haciendo este año, con esta oportunidad ellos creen en mí, pero simplemente un poco que disfrute, que empiece a trabajar con ellos, a parte como también voy a ser piloto Ducati oficial el año que viene con ellos en Superbikes, pues para empezar a entrar un poco en materia".