 Redacción @todocircuitoweb | Google+ |
Hasta mediados de esta temporada, Luca Marini había tenido un paso discreto por el Mundial de Motociclismo. Su etiqueta como hermano de Valentino Rossi le ha traído cosas positivas, pero también negativas, y no había terminado de explotar su potencial. Pero en 2018 todo se había puesto en el lugar adecuado para que luchara por grandes cosas en la categoría intermedia. Tocaba dar un golpe sobre la mesa. Conseguir resultados. Hacer sonar el himno italiano tantas veces como fuera posible.
Tras competir con Forward Racing en 2016 y 2017, Luca deseaba aterrizar en el Sky VR46 Racing Team para competir con un equipo puntero de la categoría intermedia. Y lo consiguió, aunque cometió un error: pensar que el cambio era suficiente para dar un paso adelante en su trayectoria deportiva.
La primera parte de la temporada fue difícil, y hasta Mugello su mejor resultado fue una séptima posición. Parecía que su lucha estaba en el top diez, pero entonces decidió analizar la situación junto a su hermano. "Antes de Assen hablamos profundamente y le dije: «Si quieres luchar por el podio, tienes que trabajar más duro. Trabajar así no es suficiente». Él confía en mí y me escuchó", reconoce el #46.
El resultado de este cambio de mentalidad no llegó en los Países Bajos —fue octavo—, pero se hizo presente en Alemania, donde acabó tercero y consiguió su primer podio mundialista. En Brno subió otro peldaño en el podio y en Austria también acudió a la ceremonia del cava. En las últimas tres carreras ha sumado más puntos que en las ocho anteriores. Las piezas están encajando.
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Este fin de semana, Marini competirá en el Misano World Circuit Marco Simoncelli, escenario de su debut en el Mundial de Motociclismo. Fue en 2013, sobre una Moto3, y no tuvo el resultado que esperaba: se fue al suelo en la primera curva. Cinco años después, más preparado y con más experiencia, buscará el triunfo en su circuito de casa. Esta cita llega en el momento perfecto.
