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El futuro de Bradley Smith está en el aire desde mediados de 2017. Su falta de resultados a lomos de la KTM RC16 provocó que Stefan Pierer, director ejecutivo de la marca austriaca, quisiera sustituirle por Mika Kallio, piloto probador que ofrecía un mejor rendimiento que el británico durante sus actuaciones como wild-card, pero Speedweek.com ha confirmado que le mantuvieron sobre la moto de fábrica ante la amenaza de demanda por parte de Wasserman, la agencia de management que gestiona los intereses de Smith.
Con la llegada de una nueva temporada, se abrió una nueva oportunidad para que el #38 demostrara los galones que le llevaron a MotoGP, pero sigue teniendo muchas dificultades para mostrarse competitivo sobre el prototipo naranja y, transcurridas tres carreras, ya sabía que su futuro estaba fuera del Red Bull KTM Factory Racing. Johann Zarco, uno de los grandes fichajes de este mercado, le sustituirá. Pol Espargaró seguirá en el equipo para completar la alineación.
En este contexto, la situación de Smith es complicada porque, además, ha confirmado que la puerta de WorldSBK está cerrada para él: "No soy un piloto de motos de producción. Solo he pilotado motos que realmente están hechas para competir. Y sé que soy bueno y lo que me hace feliz. No me entiendas mal. El Mundial de Superbike está plagado de talento, pero dudo que una moto de producción sea lo correcto para mí".
"Al final del día, quiero quedarme en MotoGP. He tenido una carrera deportiva feliz. He sido capaz de probar las mejores motos en el mundo contra los mejores pilotos. Creo que mi trayectoria ya ha durado 14 años, creo. Pero si no hay ninguna moto disponible, estoy feliz de terminar este capítulo de la competición y dar un paso atrás. Estoy motivado para competir con los mejores pilotos del mundo. Eso es lo que me emociona y me interesa. Si no encuentro nada en el paddock de MotoGP, probablemente me marche y pruebe algo más. Y entonces dejaré de competir", pormenorizó.
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Smith aterrizó en MotoGP de la mano del Monster Yamaha Tech3, un equipo con el que protagonizó unos primeros años muy sólidos. En su campaña de debut (2013) acabó décimo y mejoró hasta la sexta posición alcanzada en 2015, pero al año siguiente empezó su sequía de resultados y su mejor actuación es la 17ª plaza del curso 2016. Desde entonces, no ha entrado en el top 20. Estas dificultades, unidas a las dificultades para encontrar un asiento competitivo, le han hecho plantearse el futuro: "Ahora mismo, me estoy preguntando cuánto interés tengo en continuar".
