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Los últimos trabajos realizados sobre el asfalto del Circuito de Las Américas preocupan a los pilotos de MotoGP. Desde su entrada en el calendario mundialista en el 2013, COTA (Circuit Of The Americas) ha recibido muchas críticas por parte de los pilotos de las tres categorías (especialmente en MotoGP) por los baches que presenta a lo largo de sus 5.5 kilómetros.
El año pasado las quejas fueron patentes, especialmente en boca de Dani Pedrosa, que llegó a comparar una sección del circuito de Austin con la de un tramo de baches de cualquier circuito de Supercross.
"Es muy bacheado. Hay algunos agujeros y los baches son enormes", dijo el de Honda hace un año. "Hay dos puntos críticos, no es una sensación nada buena. Hay uno enorme en la trazada de la frenada de la curva 1; antes de la curva seis hay otro grande. En la curva 10, cuando bajas, hay muchos, y luego en la recta de detrás, cuando nos echamos a la izquierda, hay una sección de baches como en el Supercross".
¿Por qué se producen estos baches en un circuito que fue inaugurado en el año 2012? El problema no está en el asfalto, si no en la capa inferior, es decir, el terreno sobre el que se asienta. Esta zona de Estados Unidos cuenta con una capa de arcilla negra bajo la superficie conocida como 'black gumbo' que crea auténticos quebraderos de cabeza a los servicios de mantenimiento de carreteras, que día tras días tienen que reparar grietas y socavones por culpa de esta base tan inestable.
Very noticible where they’ve planed down the @COTA track - there’s a bizarre cut pattern on it that make life interesting! pic.twitter.com/rMnbuY2gW9
— Simon Patterson (@denkmit) 18 de abril de 2018
El asfalto de COTA tampoco es ajeno a este 'black gumbo', de ahí que año tras año los baches sean cada vez más evidentes por culpa del movimiento de tierras que se produce debajo. Para tratar de aliviar estas irregularidades, la organización del circuito optó hace unos meses por aplicar la misma solución que emplean los servicios de mantenimiento de carreteras, es decir, lijar la superficie con maquinaria pesada para nivelar la pista.
El problema es que este procedimiento se lleva por delante la capa superior de asfalto, dejando a la vista una segunda capa mucho más abrasiva con los neumáticos, además de marcar unos surcos en línea recta que transmiten una sensación extraña a los pilotos.
Es evidente que este asunto se tratará mañana en la reunión de la Safety Commission, después de que los pilotos hayan tenido la oportunidad de rodar sobre el trazado de Austin. En el caso de que la degradación de los neumáticos sea mayor de la prevista, no habría que descartar un posible compuesto extra-duro de emergencia por parte de Michelin, o incluso una carrera con cambio de neumáticos obligatorio en su ecuador.