 Redacción @todocircuitoweb | Google+ |
Valentino Rossi no quiere olvidar lo ocurrido en Argentina hace nueve días con Marc Márquez. El italiano lo demostró el pasado sábado, cuando colgó una foto en redes sociales en la que volvía a acusar al español de ser un piloto "peligroso", un mensaje que se sumaba a las graves acusaciones que el piloto de Yamaha lanzó contra el #93 en el paddock de Termas de Río Hondo, acusándole de "estar destrozando este deporte" y de ser un piloto que busca a propósito el contacto con sus rivales "golpeándoles en la pierna para tirarles al suelo".
Tras el #TermasClash de Argentina, Valentino voló de regreso a su Tavullia natal para tratar de desconectar un poco de todo lo acontecido en Termas. No hay mejor cura para el italiano que la de practicar el dirt-track en su rancho, y para ello invitó a varios amigos suyos, entre ellos a Manuel Pagliani, ex-campeón italiano del CIV Moto3 y que actualmente compite en el FIM CEV Repsol.
Pagliani colgó una foto de su visita al rancho de Valentino posando junto al #46, una imagen que habría pasado desapercibida de no ser por un detalle: la fotografía enmarcada que se puede observar sobre el sillón en la que aparece el momento exacto del toque entre Márquez y Rossi en Argentina.
Nadie conoce el origen de esa foto, si se trata de un encargo del propio Valentino o de un regalo que ha recibido de algún amigo con intención de picarle, pero resulta evidente que en Tavullia están lejos de olvidar lo ocurrido en Argentina con Márquez.
El italiano y el español volverán a verse las caras en Austin este próximo jueves, con motivo del Gran Premio de Las Américas. Ninguno de los dos comparecerá ante los medios durante la rueda de prensa previa del jueves, una estrategia que Dorna ya siguió en 2015 en el inicio del GP de Valencia, dos semanas después del #SepangClash.
Será en la Safety Commission donde Marc y Valentino se reencontrarán de nuevo, una reunión en la que Dorna obligará a los pilotos a repasar todo lo acontecido en Argentina para intentar devolverle cierta normalidad a un campeonato que ya parecía haber olvidado el mal ambiente que se creó a raíz del primer choque de trenes entre Márquez y Rossi en Malasia hace ahora tres años.
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