![]() @todocircuitoweb |
Imagina que eres uno de los máximos responsables de Yamaha Europa y decides crear la mejor YZF-R1 posible destinada a circuito utilizando exclusivamente los componentes que Yamaha ofrece a través de su programa YEC, ahora renombrado como GYTR (Genuine Yamaha Technology Racing).
El resultado ya tiene nombre: Yamaha YZF-R1 RSG4GP, una bestialidad de superbike que cualquier propietario de una YZF-RF1 moderna (de 2015 en adelante) se puede montar en su propio garaje siempre y cuando esté preparado para sufrir un pellizco importante en su cuenta bancaria.
Esta unidad tan exclusiva ha sido preparada por Yamaha Europa con un único objetivo: demostrar la capacidad de su programa GYTR para crear una moto que pueda competir en cualquier campeonato nacional del mundo, dejando a un lado el WSBK y el British Superbike donde el reglamento permite ir más allá.
El tren delantero está formado por una combinación de horquilla Öhlins FGRT 219 valorada en más de 2.500 euros, acompañada de unas pinzas de freno desarrolladas por Brembo que son idénticas a las que Valentino Rossi y Maverivk Viñales utilizan en sus MotoGP. Su valor supera los 4.000 euros.
Las llantas también son de nueva factura, unas Marchesini de aluminio forjado (2.000 euros), mientras que todo el carenado plástico del modelo de calle se ha sustituido por uno específico de competición fabricado íntegramente en fibra de carbono, el mismo que Yamaha emplea en el Mundial de Superbikes y cuyo precio supera los 2.000 euros.
La lista de accesorios que monta esta RSG4GP parece no tener fin: radiador sobredimensionado, tubos y manguitos de silicona específicos, nuevo árbol de levas GYTR para girar más arriba, kit de bujías GYTR, pistones más ligeros, cableado aligerado GYTR, piñas de mandos de competición, línea completa Akrapovic Evolution en titanio, batería de litio (-2 kilos)... en definitiva, una preparación que prácticamente supera el precio de la moto de serie (21.499 euros).
Leer también: Rossi: "No iré a Petronas sólo para despedirme y decir adiós"
En resumen, un magnífico escaparate rodante que Yamaha Europa saca a pista en todos los Supersport Tour que organiza a lo largo del año y que sólo unos pocos afortunados tienen la oportunidad de probar.