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Jonas Folger ha sido diagnosticado con el Síndrome de Gilbert, un desorden genético que impide al hígado procesar las toxinas con normalidad. Este problema afecta a un pequeño porcentaje de la población (se estima que entre el 2 y el 5%) y, al parecer, le ha causado episodios de gran cansancio desde el año 2011. Sin embargo, la capacidad que tenía para reponerse de ellos ha atrasado la búsqueda de una solución definitiva. De hecho, el primer diagnóstico que recibió hace seis semanas, cuando empezó a encontrarse mal de nuevo, hablaba de una mononucleosis.
El piloto alemán decidió ausentarse del Gran Premio de Japón porque "su cuerpo entero se apagó", según explica el comunicado emitido por el Monster Yamaha Tech3, y también se vio obligado a perderse el resto la gira asiática y el #ValenciaGP. Teniendo en cuenta la magnitud de este episodio, el #94 decidió visitar a diversos especialistas que, finalmente, han dado con la clave de su problema de salud. El tratamiento ya ha empezado y, en estos momentos, Jonas se está sometiendo a un proceso de eliminación de toxinas y, con vistas al futuro, seguirá una dieta especial.
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"Es un gran alivio que entendamos bien la situación y cómo avanzar. Las últimas seis semanas han sido muy difíciles para mí. No sabía qué pasaba o por qué mi cuerpo se había apagado completamente. He estado viviendo con cosas así desde 2011, pero siempre he sido capaz de superarlo y nunca supimos realmente qué era", explica Folger, antes de lamentar "que hiciera falta un episodio tan serio para diagnosticar finalmente la situación".
"Solo estoy agradecido por tener algunas respuestas. Echo de menos a mi equipo y a todos mis amigos en el paddock. He recibido mucho apoyo de todo el mundo en las redes sociales. No solo de los fans, también de mis rivales, y eso significa mucho para mí. Me gustaría dar las gracais al Monster Yamaha Tech3 y a todos mis sponsors por su confianza en mí y por sus mensajes de apoyo. Volveré más fuerte que nunca, peleando por las posiciones delanteras de MotoGP", sentenció el corredor del Monster Yamaha Tech3.
Además de las dificultades impuestas por el Síndrome de Gilber, Folger arrastra problemas de garganta desde una caída en Aragón y los especialistas han determinado que se dañó un nervio en las cuerdas vocales. El de Mühldorf podría necesitar hasta dos años para recuperar la normalidad en su voz.