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Hace unos días os contábamos que la estrella del motocross, Antonio Cairoli, había tenido la oportunidad de probar en Valencia la KTM RC16 de MotoGP, un premio por parte de la marca austriaca hacia Cairoli tras lograr su noveno título mundial de MXGP en Assen el pasado mes de septiembre. Además, este test sobre la MotoGP naranja se convertía en un regalo de bodas porfecto para el italiano, que había pasado por el altar hacía sólo un par de días junto a la que ya es su esposa, Jill Cox.
Para Cairoli, este test sobre la KTM RC16 era su segunda experiencia a los mandos de una MotoGP. En 2007, el piloto siciliano ya tuvo la oportunidad de ponerse a los mandos de la Yamaha M1 de Valentino Rossi también en Valencia después de haberse proclamado campeón Mundial de MX2 con la fábrica de Iwata.
"Pilotar la MotoGP es un placer increíble. La frenada es una locura, pero todo es soberbio: la potencia, la aceleración, su manejo. Es difícil encontrar el límite, la moto es perfecta y hay muchísimo grip en la curva", reconocía la estrella del motocross nada más bajarse de la KTM en Cheste.
"Sólo he hecho unas pocas vueltas para divertirme, pero he ido rápido. Estoy contento de haber tenido esta oportunidad", asegura nueve veces campeón del mundo, que tuvo que adaptarse al cambio invertido típico en motos de velocidad: "El cambio es al contrario que en mi KTM del MXGP. Es muy díficil automatizarlo, pero sólo he fallado un par de veces".
Te dejamos con el vídeo oficial que KTM ha lanzado con la experiencia completa de Tony Cairoli sobre su RC16: