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KTM quiere seguir ampliando su presencia en el mercado de la moto eléctrica, un segmento en constante crecimiento que, en un futuro no muy lejano, podría convertirse en el pilar de ventás más importante para la mayoría de fabricantes del mercado. El pasado miércoles, la marca autriaca reservó el l Red Bull Hangar-7 en Salzburgo, Austria, para mostrar al mundo la segunda generación de su Freeride E-XC, una moto de enduro 100% eléctrica que en 2018 cumplirá su tercer año en el mercado.
Propulsada por un avanzado motor sincrónico de imanes permanentes con una potencia nominal de 9 KW (12 cv) y una potencia máxima de 18 kW (22 cv), la Freeride E-XC 2018 monta un rediseñado chasis de tipo compuesto que proporciona una mejor estabilidad, y se beneficia de un 50 % más de capacidad en su nueva batería KTM PowerPack, que ofrece hasta 1 hora y media de utilización de la moto con una sola carga.
Según KTM, cargar completamente la batería de la KTM Freeride E-XC cuesta menos de 80 céntimos de euro (a un precio de 20 céntimos/kW x 3,9 kW), y con respecto a la Freeride 250 F de gasolina, el coste del combustible para 1,5 horas de marcha sería de aproximadamente cuatro o cinco veces más.
La nueva KTM Freeride E-XC también incorpora ahora la recuperación de energía, aprovechando la inercia de las pendientes en bajada o de la fase de frenada, ganando así una autonomía adicional. Además, esta batería incluye un programa de carga rápida y garantiza el 70 % de su capacidad inicial tras 700 ciclos de carga. Además, la versión 2018 incorpora una nueva horquilla delantera invertida WP Xplor 43 con una sensibilidad mejorada, así como un nuevo amortiguador WP PDS XPlor, con una progresividad y opciones de ajuste mejoradas.
La KTM Freeride E-XC 2018 dispone de tres modos de pilotaje: Economy, Enduro y Cross. Su sencillo funcionamiento, sin embrague ni palanca de cambio, y la confianza que inspira su baja altura de asiento de poco más de 900 mm, en combinación con su extrema agilidad todoterreno, la configuran como la moto eléctrica definitiva para todo tipo de pilotos, desde principiantes hasta los más experimentados.
Una nueva carrocería con espectaculares gráficos, formas y colores, un nuevo tablero de instrumentos y una llave de contacto reposicionada son otras de las ventajas añadidas con respecto al modelo anterior. Al igual que el modelo anterior, la KTM Freeride E-XC cumple con los requisitos del permiso de conducción A1, con un producción cero de emisiones en marcha y una mínima contaminación acústica.
Esta última motocicleta eléctrica de KTM es parte de un compromiso a largo plazo de e-movilidad, que comenzó hace más de 10 años en el Departamento de I+D de KTM ubicado en Mattighofen, Austria. La marca austriaca tiene prevista una completa gama de máquinas de cara al futuro, incluyendo una e-mini y un e-scooter, así como ampliar su asociación con PEXCO con una nueva posibilidad de producir productos puente (crossover) en el sector de la bicicleta. La visión es clara, y da cara a 2025, KTM aumentará su énfasis en máquinas desde 250 W a 11kWh, según las necesidades del mercado y la eficiencia.