Imagen: Camilla Fratesi
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Valentino Rossi ha vuelto a entrenar en su MotoRanch VR46 de Tavullia un mes después de fracturarse tibia y peroné mientras practicaba enduro. Este nuevo paso en su recuperación llega dos semanas después de que sorprendiera al mundo del motociclismo compitiendo en el Gran Premio de Aragón, donde se clasificó en tercera posición y acabó la carrera quinto.
La mayoría de sus rivales coincidió en que lo más destacable de su regreso fue la capacidad de tomar unos riesgos que se multiplican de forma considerable en el caso de las motos off-road (aunque el flat track es un poco más seguro que el MX o el enduro). La superficie es más inestable y el margen de error es mucho menor. Por esta razón, el reencuentro de 'The Doctor' con su pista de dirt track se ha hecho esperar algunas semanas más. Las molestias no fueron un gran problema. "¡Muy, muy feliz por estar de vuelta en el MotoRanch! Todavía tengo algo de dolor en la pierna, pero ya me he divertido mucho", dijo en su página de Facebook.
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Tras acabar quinto en Aragón, Rossi recordó que era muy importante llegar en forma a la gira asiática, porque tres carreras en tres semanas consecutivas supondrán un reto para su pierna. Tiene que encontrar el equilibrio entre un trabajo intenso y la reducción del riesgo al mínimo posible. Descarta utilizar la cámara hiperbárica (un tratamiento que incremente la presión atmosférica y acelera la recuperación) porque, según admitió, no le gustan las sensaciones.
Rossi, quinto en la general de MotoGP, es el último piloto con opciones matemáticas de hacerse con el título de 2017. Está a 56 puntos del líder, Marc Márquez, cuando quedan 100 en juego. Lo tiene complicado, pero en una temporada donde ha habido cambios drásticos no se puede descartar a nadie. Ahora llega la cita de Motegi, un escenario donde el piloto del Movistar Yamaha MotoGP ha ganado en dos ocasiones, una en MotoGP (2008) y otra en 500cc (2001).
Entrenar junto a los pilotos de la VR46 Riders Academy es una de las razones por las que Rossi ha mantenido el hambre de victoria, y nada mejor que regresar al Ranch para divertirse encima de la moto y avivar la motivación antes de un periplo de tres carreras que le plantean un gran reto a nivel físico.