 Redacción @todocircuitoweb | Google+ |
Brembo, empresa proveedora de sistemas de frenado del equipo Repsol Honda, ha anunciado que el triunfo de Marc Márquez en Misano fue el primero de los discos de carbono en condiciones de mojado. Hasta el pasado domingo, ningún piloto los había llevado hacia la victoria cuando caía la lluvia sobre el circuito, aunque alguno se había arriesgado a probarlos, algo inconcebible hace una década.
Cuando la pista está seca, todos los pilotos de MotoGP emplean los discos de carbono porque este material ofrece mucha más capacidad para parar la moto que el acero. La parte negativa es que, para funcionar correctamente, el carbono necesita alcanzar, como mínimo, los 200-250 ºC -los de acero trabajan bien a partir de los 50 ºC-. La presencia de agua, la necesidad de frenar menos y el frío que suele acompañar a la lluvia hacían que, hasta ahora, esa cifra no se pudiera alcanzar. ¿Qué ha cambiado?
Brembo ofrece dos razones. La primera tiene que ver con la evolución de las gomas y los prototipos: "Las motos son más potentes y los neumáticos ofrecen mejores prestaciones, con lo que ha aumentado el esfuerzo requerido a los frenos incluso sobre mojado, contribuyendo a aumentar la temperatura de los discos de freno incluso en las carreras con lluvia". La segunda, de acuerdo con este fabricante, es que el material que utilizan ha evolucionado y funciona correctamente en un rango mayor de temperaturas. También se aplica alguna técnica más rudimentaria, como incluir una tapa de plástico sobre el disco para que circule menos aire.
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Donde hay que tener una habilidad especial, según Brembo, es en las primeras vueltas de la carrera. Durante esa fase de la prueba, el piloto debe adelantar un poco las frenadas para que el disco se caliente más y alcance el rango de temperaturas en el que funciona correctamente.
El propio Márquez decidió utilizar los discos de carbono en Malasia 2016, y en aquella ocasión salió mal. Se fue al suelo, volvió a pista y cruzó la meta en undécima posición. "Lo he hecho porque estaba lloviendo mucho, justo cuando íbamos a salir ha parado de llover, y le he dicho a Santi [Hernández, su jefe de mecánicos] que monten los discos de carbono porque sé que los de hierro frenan un poco menos y son menos constantes, y si ya pierdo en la frenada, entonces no puedo hacer nada. Sabía que perdía en aceleración, he arriesgado poniendo los de carbono porque, si ya perdía en la frenada, era imposible", explicó entonces el #93, que también arriesgó en Misano y se llevó la victoria tras un adelantamiento en una de las grandes frenadas del circuito.
