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Tras el accidente en el que Luis Salom perdió la vida, se decidió utilizar la variante del Circuit de Barcelona-Catalunya que emplea la Fórmula 1 (la línea blanca en la imagen principal de esta noticia). Así fue durante los dos últimos días del #CatalanGP 2016, pero la pista fue modificada a posteriori para adelantar la chicane de la última parte del circuito, porque el muro estaba muy cerca en la frenada.
A pesar de que la seguridad se había convertido en el principal argumento, durante los entrenamientos libres de esta mañana se ha podido comprobar que, en caso de caída, el piloto y la moto se quedaban en el centro de la pista. A ello hay que sumar otro factor: la nueva chicane favorece que los pilotos recorten por encima de los pianos, y la altura de los mismos hace que las caídas sean más factibles.
Ante esta situación, los pilotos han decidido volver al trazado de la F1 durante la Safety Comission que se ha celebrado en Montmeló. Según informan varios medios, la situación se ha complicado hasta el punto de amenazar con no competir en 2018 si la situación se mantiene como hasta ahora. Marc Márquez es uno de los pilotos que prefiere no volver a la configuración de los monoplazas.
Por el momento, no hay confirmación oficial y los organizadores del Mundial se mantienen en silencio.
**ACTUALIZACIÓN**: los cambios han sido confirmados por Dorna Sports, empresa gestora de la competición, y los trabajos han empezado ya. Al parecer, van a estrechar la frenada a la chicane que se utilizará a partir de mañana para que el muro quede más lejos. Los únicos tiempos que contarán para la Q2 del sábado serán los de la FP3.
Ya están en plenos cambios de la chicane para volver mañana al trazado F1. @movistar_motogp pic.twitter.com/FGKMNcRCF8
— Izaskun Ruiz (@izaskunruiz) 9 de junio de 2017